• Seguridad

Desaparecen jóvenes en Puebla sin dejar rastro

  • Patricia Méndez
Algunos casos ocurrieron en la capital, San Andrés Cholula, Huejotzingo, Tehuacán, Xicotepec, Palmar de Bravo y Cañada Morelos
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Juan de Dios, Michell, Vicente y Abraham comparten algo más que su juventud: hace más de un año desaparecieron en Puebla sin dejar rastro alguno, ya que hasta ahora sus familias no han podido dar con su paradero.

El incremento en el número de desaparecidos en el estado ha propiciado la creación de colectivos en la capital, San Andrés Cholula, Huejotzingo, Tehuacán, Xicotepec, Palmar de Bravo y Cañada Morelos, para no solo compartir experiencias, sino asesorarse jurídicamente.

Las familias de las víctimas se enfrentan solas al problema, ya que no han encontrado apoyo en la Fiscalía General del Estado (FGE), de quien acusan que solo simula hacer una investigación, de carecer de las herramientas y el protocolo necesario para localizar a sus familiares.

Mamá, ya voy, estoy en un retén y no nos dejan pasar

Juan de Dios Núñez Baroja regresaba el 28 de abril de 2017 del municipio de Cuacnopalan e iba a Palmar de Bravo –de donde era originario–, acompañado de los hermanos Abraham y Vicente Basurto, soldados en activo, cuando fueron detenidos en un falso retén.

“Yo le dije a mi hijo: ya vente, ¿dónde carajo estás? Y él me respondió que en un retén y que no los dejaban pasar. Esa fue la última conversación que tuve con él”, recordó María Luisa Baroja, madre de Juan de Dios.

Los tres jóvenes, que cuando desaparecieron tenían 23, 25 y 29 años de edad, viajaban en una camioneta Durango, color gris, modelo 2004 con placas TXZ1538 de Puebla, de la que hasta ahora tampoco se sabe cuál fue su paradero.

Entrevistada en un momento de descanso de las diligencias que a diario realiza para localizar a su hijo, la señora Baroja narró que a un año y cinco meses de ese suceso no ha podido encontrar una sola pista. “Literalmente desapareció” e indicó que ya ha buscado en las cárceles, Semefos, hospitales, en lotes baldíos de los municipios de la región, sin tener resultados.

Hasta ahora, la Fiscalía ha hecho caso omiso a su denuncia. La carpeta de investigación se desapareció por algunos meses y el personal no puso en marchaprotocolos de investigación porque no lo saben y por negligencia, contó la también abogada, quien señaló directamente a Gustavo Huerta Yedra, exfiscal de Investigación Regional y a su sucesor Jaime Huerta.

La afectada señaló que la dependencia solo simula, y realiza una investigación de “escritorio”, por lo que denunció el caso ante el Comité de Desaparecidos de la ONU, quien ya giró una recomendación a la fiscalía.

No obstante que se agendan reuniones mensuales con los familiares de la víctima, nunca le notifican avances.

No todo es ajuste de cuentas

Ante su situación, Bajora integró un colectivo llamado “Voz de los desaparecidos en Puebla”, a fin de brindar asesoría legal a las personas que atraviesan por una situación similar. Hasta ahora ha encontrado casos en Huejotzingo, Cholula, Tehuacán, Xicotepec y en la ciudad de Puebla. El último data del pasado 24 de agosto y también se trata de un joven.

“Las autoridades a todos los casos los llaman ‘ajuste de cuentas’, entonces, sí ya saben de qué se trata, por qué no nos lo informan”, reprochó la madre deJuan de Dios, y rechazó que todos los desaparecidos en Puebla estén relacionados con actividades ilegales.

En Palmar de Bravo ya hay toque de queda

La abogada indicó que únicamente Palmar de Bravo suma más de 20 desapariciones, y que ante tal situación no ha sido necesario que las autoridades emitan un toque de queda, sino que este ya ha sido autoimpuesto por los pobladores, ya que se ha vuelto común ver retenes falsos o enfrentamientos en las carreteras del municipio.

Responsabilizó también a las autoridades estatales de no vigilar la zona, porque esta es resguardada únicamente por elementos de la Gendarmería nacional.

Michell trabajaba con gaseros y desapareció

Michelll Jiménez Toxtle desapareció en febrero de 2016, cuando tenía 21 años de edad y después de más de dos años de trabajar con una empresa quevendía gas pero que opera sin razón social en el municipio de San Andrés Cholula.

Guillermo Jiménez, padre del joven, habló con él por última vez y le dijo que la pipa que manejaba se había descompuesto en el tramo de San Luis Tehuiloyocán, por Paso de Cortés, posteriormente no supieron más de él.

El padre, quien reside en Estados Unidos, indicó que aunque sus familiares han hecho cuadrillas de búsqueda en Puebla, dos años después no han encontrado una sola pista, por lo que decidieron formar un colectivo a fin de sumar a su lucha a más personas en la misma situación.

Narró que la propietaria de la empresa, de nombre Alicia, así como el hijo de ésta, eran amigos del joven e incluso éste vivía con ellos, sin embargo dicen desconocer su paradero y hasta han ordenado a sus demás trabajadores no hablar más del tema.

Como ocurre con el caso de Juan de Dios, Jiménez también acusó a la fiscalía de ser omisa en el tema, ya que no hay avances y también perdieron por algunos meses la carpeta de investigación. “Me dijeron que estaba en Analco, después que en las oficinas de la 31, que en la Casa de Justicia”, acusó.

Foto / e-consulta

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