El ex candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Miguel Barbosa Huerta consideró que “no hay razones políticas” para reunirse con el gobernador Antonio Gali Fayad, pero respeta la decisión de quienes quieran tener estos acercamientos.

A diferencia de la dirigencia estatal de Morena, que pidió a Claudia Rivera Vivanco, presidenta municipal electa, no reunirse con el gobernador en turno, el senador con licencia prefirió mantenerse al margen del encuentro celebrado la tarde de ayer.

“Fue una decisión (de) ella. Dio razones, las escucho y no tengo opinión al respecto. Tienen derecho a hacerlo”, dijo durante un encuentro con socios del Sindicato Nacional de Empresarios de México (Sindemex).

No obstante enfatizó que el mandatario poblano fue parte del fraude electoral del pasado 1 de julio, teniendo un desempeño “aberrante y vergonzoso” de cara al cierre de su gobierno.

Barbosa Huerta consideró que, a diferencia del encuentro entre Rivera Vivanco con Gali Fayad, los diputados federales electos de la coalición que encabeza Morena no tienen razones políticas para reunirse con el mandatario, dado que tomarán protesta hasta el 1 de septiembre.

Sin embargo, dijo que también respetará la decisión que tomen en lo individual así como la oposición que pretenda mantener el dirigente estatal de Morena, Gabriel Biestro Medinilla en los meses de gobierno que restan a Antonio Gali.

A principios de 2019, nueva elección de gobernador

Barbosa Huerta afirmó que acatará la resolución de los tribunales local y federal dicten de la impugnación que presentó para la elección de gobernador, y confió en que el fallo será a su favor para que entre enero y febrero se reponga la elección.

“Estimamos que entre octubre y noviembre se dé la anulación y de enero a febrero sea el nuevo proceso electoral. En consecuencia, tendremos un gobierno interino durante ese periodo”, expuso.

Adelantó que el Congreso local sería el encargado de designar a un gobernador interino para el periodo en cuestión, en tanto se repite la elección que, pidió, sea vigilada por los órganos electorales federales tras el desempeño “vergonzoso” de las autoridades locales.

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