Un impacto positivo tuvo en Puebla la puesta en marcha del Sistema de Justicia Penal, pues disminuyeron los casos de tortura, agresiones físicas y psicológicas durante los arrestos, aunque aumentaron las aprehensiones en flagrancia y hay menos detenciones sustentadas con una orden previa.

Así lo concluye un análisis de la organización civil internacional The World Justice Project (Proyecto de Justicia Mundial), sobre el desarrollo del nuevo modelo de impartición de justicia que en el estado inició operaciones desde junio de 2018.

La evaluación tomó en cuenta datos de la Encuesta Nacional de Personas Privadas de la Libertad 2016 del INEGI, correspondientes únicamente al fuero común.

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Disminuyen detenciones sin orden previa

De acuerdo con los resultados, las agresiones físicas durante el arresto antes de la implementación del SJP, alcanzaban al 66 por ciento del total, pero tras la puesta en marcha del mismo disminuyeron y se ubicaron en 54 por ciento, así como los golpes que se suscitaban en las oficinas del Ministerio Público (MP) a los detenidos, de un 49 a 39 por ciento.

Sin embargo, las detenciones que se realizan con orden de aprehensión disminuyeron, ya que pasaron de 15 a 12 por ciento, mientras que las que se realizan en flagrancia –en el momento en el que el implicado comete alguna falta– aumentaron de un 42 a un 48 por ciento.

La evaluación también consideró las ocasiones en las que la policía presionó durante las declaraciones de los presentados ante el MP, las cuales disminuyeron de un 57 a un 45 por ciento. Mientras que los que se declararon culpables de algún delito también fueron menos, según los datos, pasaron de un 49 a un 41 por ciento.

Cabe recordar que tras la instrumentación en Puebla del nuevo SJP, las autoridades señalaron deficiencias en el modelo e incluso indicaron que estas provocaron la liberación de cientos de presuntos delincuentes, por lo que incluso solicitaron a los legisladores federales una revisión del esquema.

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