Puebla tiene un cumplimiento “mínimo” en su responsabilidad educativa, pues la falta para garantizar el acceso a la educación para los niños, de oportunidades de formación continua para los maestros, programas para reforzar el aprendizaje, infraestructura para discapacitados y acompañamiento a proyectos educativos la ponen en dicha condición.

Así lo refleja el Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa (ICRE) 2018 presentado por la organización Mexicanos Primero, donde a pesar de su bajo nivel de aprobación, Puebla se ubicó como el tercer estado en el ranking nacional de cumplimiento.

El ICRE analiza 13 indicadores que engloban el aprendizaje, la permanencia, preparación de las personas, relaciones y procesos de aprendizaje, condiciones materiales y red de apoyo que acompañe lo aprendido en clases. La evaluación de Puebla fue de 6.5 puntos en el cumplimiento de estos factores.

El reporte reflejó que únicamente requiere atención urgente en cinco de estos, por lo cual se posicionó como el tercer lugar nacional en el ranking del ICRE 2018, escalando tres posiciones respecto al índice de 2016, cuando ocupó el sexto lugar de 32 estados.

De acuerdo con el informe de Mexicanos Primero, únicamente 10 entidades tuvieron un cumplimiento mínimo” con su responsabilidad educativa, donde figuró Puebla como el tercero de mayor avance después de Coahuila y Ciudad de México con calificaciones de 6.8 puntos en la revisión de los 13 indicadores.

¿En qué falla Puebla?

Los trece indicadores conforman seis componentes de estudio, uno de ellos el aprendizaje donde Puebla obtuvo el primer lugar nacional por el porcentaje de alumnos con resultados favorables en la Prueba PLANEA.

Además fue cuarto lugar en preparación de las personas, por no garantizar el acceso al nivel preescolar de la totalidad de la población infantil superior a los 3 años, y por la baja participación de maestros en programas de aprendizaje profesional continuo con el cumplimiento de sólo el 1.2%.

En permanencia escolar, fue quinto lugar ya que únicamente el 85.2% de niños y jóvenes cursan trayectorias educativas completas, desde el preescolar hasta el bachillerato, y ocupó el mismo lugar en el sistema de apoyo pues calificó con 44.6% con una supervisión escolar adecuada.

No obstante, según los resultados del ICRE 2018 Puebla requiere mayor atención en dos componentes: relaciones y procesos educativos al haber sido el cuarto estado peor evaluado, así como en la provisión de condiciones materiales adecuadas para los estudiantes pues ocupó el lugar 19 del país.

En el primer aspecto tiene que atenderse el concepto referente al reforzamiento del aprendizaje, ofreciendo apoyo suficiente y adecuado para eliminar cualquier barrera para el aprendizaje y la participación de los estudiantes.

En materia de infraestructura y condiciones materiales, las escuelas poblanas requieren atención para que todas las escuelas tengan condiciones de acceso para menores con alguna discapacidad pues en cumplimiento sólo alcanzó el 20.3% de instituciones que cuentan con rampas para este sector.

Puebla respecto a otros estados

En la evaluación del sistema educativo de cada estado, Puebla consiguió el tercer mejor puntaje aunque “mínimo”, como el resto de entidades pues ninguna tuvo un cumplimento pleno en su responsabilidad educativa, por lo cual ni un solo estado se encontró en semáforo verde.

En amarillo se ubicaron 10 entidades: Coahuila y Ciudad de México con niveles de cumplimiento de 6.8, respectivamente, seguidos de Puebla y Tlaxcala con 6.5 cada uno, Baja California Sur con 6.3, Estado de México, Zacatecas y Nuevo León con 6.2, Aguascalientes con 6.1 y Chihuahua con 6.

El resto de localidades obtuvieron calificaciones por debajo del 5.9, focalizándose los casos más críticos en Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Jalisco los cuatro primeros, controlados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

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