Grupos del crimen organizado tienen el control del flujo de transmigrantes centroamericanos, el tráfico de droga e incluso de órganos en Puebla, sostuvo el sacerdote Gustavo Rodríguez Zárate, encargado del albergue de migrantes La Asunción.

A pesar de esta situación de violencia extrema, las autoridades estatales y federales no han establecido una política que atienda la migración internacional, sino que se abocan a la captación de las remesas, no con fines de desarrollo, sino como contención de la pobreza.

Crimen absorbe a centroamericanos

El sacerdote Gustavo Rodríguez manifestó en el "Foro Ciudadano sobre la Gestión de Rafael Moreno Valle", en la facultad de Economía en la BUAP, que la ruta de los migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos "está contaminada" por el tráfico de personas, de órganos y de drogas.

Después de trabajar por años con migrantes mexicanos y centroamericanos, ha recabado testimonios cada vez más dolorosos de las personas que buscan llegar a la frontera norte.

Los religiosos y organizaciones se han percatado de que los transmigrantes han dejado de acudir a los albergues en templos, paravincularse con las mafias que controlan la mendicidad en los cruceros de la ciudad de Puebla.

En zonas como Ahuatempan o Cuyoaco los centroamericanos tienen un flujo más constante pero acompañados por los propios traficantes de drogas o armas.

Incluso jóvenes desisten de su deseo de llegar a Estados Unidos, para quedarse en territorio mexicano y ser cooptados por los criminales que les pagan en dólares para ser halcones, es decir, vigilantes de las casas de seguridad y de los operativos que hacen las autoridades policiacas.

Activistas amenazados

Gustavo Rodríguez destacó también que a pesar de que la Diócesis de Puebla abre cada vez más albergues para brindar ayuda humanitaria, los transmigrantes ya no llegan a ellos.

Entonces las y los religiosos tienen que salir a buscarlos para darles parte de los recursos que llegan a la ciudad de Puebla.

Por este motivo los activistas que salen a buscarlos se han topado con grupos armados, algunos presuntamente contratados por la empresa Ferrosur, que los bloquean o los amenazan para que no lleguen a los migrantes.

El sacerdote sostuvo que hay grupos o mafias que les exigen cuotas de 500 a mil 200 pesos diarios para protegerlos por su paso a Estados Unidos, aunque también los "coyotes" o mafias cobran una cuota de “cuerpo llegado” para evitar el tráfico de órganos.

Por ese motivo no descartó que el sacerdote Erasto Pliego de Jesús, secuestrado y asesinado en Cuyoaco, fuera amenazado por estos grupos criminales.

Finalmente comentó que la violencia se acrecentó a tal grado que los centroamericanos se están quedando en México o buscan llegar a Estados Unidos vía el mar.

No hay política pública

Pese a la violencia y violaciones a derechos humanos en contra de los transmigrantes, Ada Cabrera y Adriana Ortega, académicas de la BUAP, así como María de Lourdes Rosas, investigadora de la UPAEP, destacaron que no existe una política pública que contemple la transmigración.

Es decir, que no existen datos estatales de los transmigrantes ni se reconoce el fenómeno de tránsito de centroamericanos por el estado para llegar al país del norte.

Al desconocer la migración internacional, no existe una normativa estatal para protegerlos o acompañarlos, principalmente a los menores de edad que viajan solos.

Según datos presentados por Rosas, el flujo de niños, niñas y adolescentes originarios de Centroamérica detenidos en Puebla se ha incrementado desde 2009, para llegar en 2014 a 481 menores detenidos y en 2015, a  287.

Cabrera y Ortega destacaron que las iniciativas estatales de migración están enfocadas a los migrantes poblanos en Estados Unidos,pero no a todos sino sólo para los empresarios y los que tienen capacidad de enviar remesas.

Adriana Ortega, del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico, sostuvo que el gobierno local no está interesado en el retorno de los paisanos, pues las remesas se utilizan para contener la pobreza y es más fácil captar recursos que generar las condiciones para que regresen.

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