Miles de poblanos marcharon este domingo en la ciudad de Puebla en contra de las políticas del gobernador Rafael Moreno Valle, y protestaron por el asesinato del niño José Luis Tehuatlie Tamayo, así como por la concesión del servicio de agua potable, por la Ley de Expropiación y las reformas que quitan facultades a los ediles auxiliares.

Con pancartas, lonas, máscaras, playeras, muñecos y hasta corridos alusivos al mandatario poblano, unos cuatro mil manifestantes exigieron la renuncia de Moreno Valle, así como un alto a la política de represión que, acusaron, caracteriza a la administración estatal.

En la movilización participaron la madre del menor fallecido, Elia Tamayo Montes, familiares de la misma, políticos como Ana Teresa Aranda, Violeta Lagunes Viveros y Gerardo Fernández Noroña, las actuales legisladoras federal y local Roxana Luna Porquillo (PRD) y Geraldine González Cervantes (PVEM).

Acudió el empresario Emilio Maurer Fernández y su familia, activistas como Gabriel Hinojosa y Bernardo Hinojosa Polo, académicos y organizaciones sociales como Contingente MX, Contingente Puebla, Cencos, Puebla Vigila, Bordando por la Paz, entre otras.

Presidentes auxiliares, el Movimiento Los de Abajo, el Frente por la Defensa de los Pueblos, Tetela Hacia el Futuro, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), trabajadores del sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, integraron la marcha de este domingo.

Sin discursos oficiales, la marcha que empezó con dos horas de retraso pues la convocatoria citó a los participantes a las 10 de la mañana pero inició hasta las 12 horas, concluyó con el señalamiento de Elia Tamayo hacia Moreno Valle al responsabilizarlo de la muerte de su hijo y exigió que haya justicia para el mismo.

Gobierno estatal solo ubica a mil 250 participantes

Aunque no hubo estimaciones por parte de los organizadores acerca del número de participantes, durante el trayecto de la marcha se sumaron diversos grupos de manifestantes, los cuales superaron al menos las cuatro mil personas.

Aunque a las 10 de la mañana, que fue la hora en la que fue convocada la protesta, lucían al menos unas 200 personas en la Fuente de los Frailes y otro grupo similar en la plaza comercial El Triángulo en Las Ánimas, el número creció mientras el día transcurrió.

Alrededor de las 12 horas el contingente que provenía de Las Ánimas caminó sobre el bulevar Atlixco para sumarse al de la Avenida Juárez, por lo que en ese lugar pudieron verse al menos unos dos mil participantes, sin embargo en el recorrido se incorporaron más contingentes.

No obstante, en un comunicado que dio cuenta de la marcha, el gobierno del estado citó la presencia de 1 mil 250 participantes en la denominada Marcha por la Paz y la Dignidad en Puebla.

Desde el sábado la administración estatal indicó que representantes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y el Colegio de Notarios acompañarían el desarrollo de la marcha, para garantizar el respeto a las garantías individuales de los participantes.

Justicia para José Luis y la renuncia de funcionarios, las exigencias

Mientras los contingentes avanzaron por la avenida Reforma para llegar al zócalo, se escuchó el reclamo hacia el gobernador de Puebla para que renuncie al cargo tras el asesinato de José Luis Tehuatlie Tamayo, quien fue herido durante la dispersión de una manifestación de pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.

“Moreno Valle, asesino”, “Muere Moreno Bala”, “renuncia Moreno Valle”, fueron algunas de las consignas que los inconformes protestaron al unísono, mientras marchaban por la principal vialidad del centro de la ciudad.

Los gritos fueron acompañados por pancartas, lonas, un corrido y playeras con la leyenda “Gober Bala, piedras de gran calibre”, en referencia a la Ley que Regula el Uso de la Fuerza Pública, a través de la que policías estatales ejecutaron el desalojo en Chalchihuapan el pasado nueve de julio.

Incluso se escuchó en automóviles con altavoces la letra del corrido: “Este es el corrido de Moreno Bala que a balas de plomo forraba con goma, pues de su finura a diario hacía gala, y una suave muerte a todos les daba”.

Posteriormente, los manifestantes también exigieron la renuncia de los secretarios General de Gobierno, Luis Maldonado Venegas; de Seguridad Pública, Facundo Rosas Rosas, así como del procurador Víctor Carrancá Bourget, por su responsabilidad en los hechos.

De igual manera, exigieron dar marcha atrás en la concesión del servicio del agua potable, la derogación de la Ley Bala, de las reformas que retiran facultades a los ediles auxiliares y de la Ley de Expropiación, a través de la que el gobierno del estado intenta expropiar una extensión de la Hacienda Tamariz en Nopalucan, propiedad de la familia Maurer.

El culpables es el gobernador, reitera Elia Tamayo

Al término de la marcha, la madre del menor fallecido, Elia Tamayo señaló nuevamente al gobernador Rafael Moreno Valle de ser el responsable del asesinato de su hijo, por lo que exigió justicia.

Al acompañar un pronunciamiento leído por el representante de la organización Contingente Puebla, Misraim Hernández Fernández, los familiares de la señora Tamayo, acusaron que el cuerpo del infante fue “robado” del Hospital General del Sur -en donde fue internado-, pues no autorizaron que fuera trasladado al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para que practicaran una autopsia.

Asimismo, Tamayo acusó haber sido presionada por funcionarios estatales para recibir dádivas a cambio de no hacer señalamientos en contra del gobierno estatal, a las cuales se reusó. “Yo a mi hijo no lo vendo por nada, el señor gobernador jamás podrá contra todos, yo pido justicia”, acusó.

Previamente, la madre del menor asesinado recibió el apoyo de los participantes en la protesta, así como de personajes como Ana Teresa Aranda, de Fernández Noroña, entre otros.

Sin incidentes concluyó protesta

La protesta concluyó alrededor de las 14:30 horas en el zócalo, en donde turistas veían con sorpresa la manifestación.

Tanto en el trayecto de la marcha como en la concentración en el centro capitalino, no se reportaron incidentes, aunque sí pudo verse a jóvenes con pañuelos en la cara, además de que decenas de elementos de seguridad vigilaron el evento.

Antes de iniciar la marcha los inconformes denunciaron que hubo retenes en los ingresos a la capital poblana, los cuales sí existieron, por ejemplo, en el bulevar Hermanos Serdán y la autopista México-Puebla, aunque posteriormente la administración estatal rechazó la versión.