Los Halcones Marinos de Seattle fueron los merecedores del campeonato de la edición 48 del Super Bowl, la justa deportiva con mayor audiencia de televisión en el orbe.

Las hostilidades fueron protagonizadas por los Broncos de Denver, comandados por el mariscal de campo Peyton Manning y el entrenador en jefe John Fox y los Halcones marinos de Seattle, dirigidos por el joven mariscal Russell Wilson y su entrenador Pete Carroll.

El estadio “Metlife”, que normalmente alberga a los Gigantes de Nueva York, fue el escenario que vivió las acciones, sorpresa y emociones que el Super Bowl XLVIII regaló a todos aquellos fanáticos y no tan fanáticos del deporte de las tacleadas.

El volado inicial tuvo que ser hecho en dos ocasiones, ya que el mariscal de campo Joe Namath, quien fuese el invitado de honor para arrojar la moneda, no esperó a que ninguno de los capitanes decidiera qué cara de la moneda elegirían; tras el segundo intento todo salió mejor y Los Halcones de Seattle ganaron el volado y decidieron ceder la primera ofensiva a los Broncos de Denver.

Siendo las 17:31pm del sábado 2 de Febrero se dio la patada inicial que inauguró el Super Bowl número 48.

Las sorpresas de este Super Bowl no se hicieron esperar, ya que en la primera jugada del encuentro el centro de los Broncos de Denver falló al lanzar el balón por encima de Payton Manning. El balón fue recuperado por la defensiva de Seattle que así anotó los primeros dos puntos en la pizarra.

Los Halcones Marinos de Seattle en su primera ofensiva lograron capitalizar su ataque inaugural con un intento de gol de campo, que fue completado por el pateador Steven Hauschka en la yarda 31.

Tras una ofensiva de los Broncos de Denver que no produjo nada, la ofensiva de Seattle regresó al campo para lograr, una vez más, agregar tres puntos a su ventaja por medio de la pierna de Steven Hauschka en la yarda 33; poniendo el marcador en 0-8.

Cuando el inicio para los Broncos no podía parecer peor, Peyton Manning fue interceptado por primera ocasión en el partido; entregando el balón al esquinero Chancellor para dar fin al primer cuarto del partido.

Ya en el segundo cuarto y aprovechando la intercepción que se llevó Chancellor, los Halcones logran anotar por medio del corredor Lynch e incrementar su ventaja a 15 puntos con el punto extra.

Después de los cinco primero minutos del segundo cuarto, los Broncos lograron avanzar sus primeras diez yardas, pero terminaron entregando el balón nuevamente por una intercepción del esquinero Malcolm Smith, que terminó en anotación poniendo el marcador 22-0 gracias al punto extra.

La ofensiva de Denver entró una vez más al emparrillado, pero no logró ningún avance; llegando así al final de la primera mitad del super bowl XLVIII.

El tercer cuarto dio inicio con la patada de salida que fue regresada para tochdown por Percy Harvin en una carrera impresionante, que recorrió un total de 89 yardas, poniendo el marcador en 29-0; dando una ventaja casi inalcanzable a Seattle.

Cuando parecía que los Broncos anotarían sus primeros puntos, su corredor soltó el balón y entregó la posición a la ofensiva de los Halcones. Aprovechando la entrega de balón y regalando una ofensiva espectacular; los Halcones de Seattle volvieron a anotar por medio de las manos del receptor Jermaine Kearse, quien conectó perfectamente con Wilson para un pase de 23 yardas que dejó la ventaja gracias al punto extra en 36 a 0.

En la siguiente serie ofensiva, Los Broncos de Denver lograron respirar unos instantes al conseguir una anotación por vía área. Manning conectó con su receptor Demaryus Thoma y tras una conversión de dos puntos por Wes Welker, los Broncos lograron sus primeros 8 puntos poniendo el marcador en 36-8 y llegando al final del tercer cuarto.

El último cuarto inició con la ofensiva de Seattle que entró una vez más al campo para dejar en claro quién era el equipo merecedor al famoso trofeo “Vince Lombardi”.  La ofensiva Seattle, comandada por una mariscal de campo de 25 años dominó de manera total a la defensiva de Denver; anotando una vez más por un pase de 10 yardas recibido por Doug Baldwin que puso el marcador 43-8 a favor de Seattle.

Todavía faltando 4 minutos para terminar el encuentro, la defensiva de Seattle provocó un balón suelto que le entregó la posesión a los Halcones en la yarda 30 de Denver. En la siguiente ofensiva de Seattle ya no salió el mariscal titular Russell Wilson, dando oportunidad de jugar al segundo equipo de los Halcones Marinos que se perfilaban a recibir el trofeo “Vince Lombardi”.

El partido terminó sin mayor acción con el balón en manos de los Broncos de Denver que dejaron pasar por quinta vez la oportunidad de ganar la final de la NFL.