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31 papás inolvidables del Cine para recordar en este Día del Padre

  • Rolando Lino Mina
Paternidad y Séptimo Arte
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Las luces se apagan, y aparecen los padres en la pantalla grande; comenzando por los que nadie quisiera tener de progenitores: Jack Torrance de “The Shining” (“El Resplandor”, de 1980); Gabriel Lima de “El Castillo de la Pureza” (1972); Darth Vader de la saga “Star Wars”; o el pusilánime Jerry Lundegaard de “Fargo” (1996).

El celuloide ha captado la esencia de padres tan severos como Rodrigo Cataño en “Una Familia de Tantas” (1948). También hay papás que se convierten maestros de sus hijos desde el día en que nacen, como  Leopold Mozrt en “Amadeus” (1984) o Big Daddy de “Kick-Ass” (2010). Algunos papás del cine simplemente son obsesivos por evitarles sufrimientos a sus hijos, como Calvin Webber de “Mi Novio Atómico” (“Blast From the Past”, de 1999).

Una de las frases más demoledoras que un padre haya pronunciado en un filme, salió de la boca de Marcus Aurelius para su hijo Commodus en “Gladiator” (2000): “Tus fallas como hijo son mi fracaso como padre”. La frialdad como papá de Raphaël Poulain detona en buena medida el fabuloso destino de su hija “Amélie” (2001); y la figura como padre distante de Royal Tenenbaum deja una profunda marca en sus virtuosos hijos en “The Royal Tenenbaums” (también de 2001).

Perseguir las huellas de un padre llega a convertirse en una obsesión, tal y como le ocurre a Jorge Iglesias en la excepcional película mexicana “Viento Negro” (1964). ¿Y no te gustaría averiguar cómo era tu papá de adolescente, tal y como lo hizo Marty McFly en “Volver al Futuro” (“Back to the Future”, de 1985)?

Dicen que nadie nace sabiendo cómo ser padre y por lo mismo siempre hay tiempo para recapitular, como lo hace Nick Marshall en “Lo que Ellas Quieren” (“What Women Want”, de 2000); o Lester Burnham de “Belleza Americana” (“American Beauty” de 1999). Tampoco faltan los que aprenden la paternidad sobre la marcha, como Larry Gopnik en la película de los hermanos Coen “Un Hombre Serio” (“A Serious Man” de 2009).

Un padre hará lo que sea por estar al lado de un hijo; como Travis Henderson (de “Paris, Texas”, 1984) que hace de todo con tal de recuperar el cariño y la confianza de su pequeño hijo. Este último es el mismo caso del abogado Fletcher Reede (encarnado por Jim Carrey), a quien su hijo le pide dejar de mentir por un día en la película “Mentiroso Mentiroso” (“Liar Liar” de 1997).

Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) es un papá que debe sembrar una idea a varios niveles de profundidad en el subconsciente de un empresario, para poder recuperar a sus hijos en “Inception” (“El Origen”, de 2010). Pero quizá ninguno es tan heroico y tan real como Giuseppe Conlon; que muere compartiendo celda con su hijo Gerry en una cárcel, en la perturbadora cinta “In the Name of the Father” (“En el Nombre del Padre” de 1993).

Uxbal es el valiente y cariñoso papá de la cinta “Biutiful” (del mexicano Alejandro González Iñlárritu); que con un cáncer terminal a cuestas no se cansa de luchar por sus hijos. Uxbal le dio a Javier Bardem el premio a la Mejor Interpretación Masculina en el Festival Internacional de Cannes 2010.

Una escena conmovedora ocurre en la magnífica cinta mexicana “Alamar” (2009); cuando un papá que pesca en las profundidades del mar, enseña por primera vez a su pequeño hijo a sumergirse en la inmensidad del océano.  

El padre de “Billy Elliot” no está para nada de acuerdo con la vocación de su hijo, y aún así hará lo que sea necesario para que se convierta en un gran bailarín. Y si bien Don Fernando Soler fue capaz de encarnar padres muy estrictos en la llamada “Época de Oro del Cine Mexicano”; también dio vida a papás consentidores como Don Francisco (“En Tiempos de Don Porfirio” de 1940) o Chucho Flores (“México de Mis Recuerdos”, de 1943).

Y ya para terminar, seis papás inolvidables del cine: Jean-Louis Duroc de “Un Hombre y una Mujer” (1966); Edward Bloom de “Big Fish” (“El Gran Pez” de 2003); Richard Hoover de “Little Miss Sunshine” (2006); Phil Bassett de “All or Nothing” (de 2002); Mike Flaherty de la estupenda “Win Win” (“Ganamos Todos” de 2011); y el inolvidable Daniel Hillard de “Papá por Siempre” (“Mrs. Doubtfire” de 1993).  (Twitter: @rolandolino)

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