Enrique Cárdenas prueba en carne propia lo sucio que puede ser la política en tiempos electorales y más cuando se disputa la gubernatura de un estado como Puebla. Él, Cárdenas, el candidato del Partido Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y Partido de la Revolución Democrática, sirvió como pretexto para que Pablo Lemus, alcalde de Zapopan, Jalisco, comenzara su ruptura con Enrique Alfaro, gobernador jalisciense.

Lemus, que no nació en la cuna de Movimiento Ciudadano, intenta abandonar el proyecto que llevó a Alfaro a la gubernatura y lo hizo a partir de un tuit, que no fue cualquier tuit sino uno que hace propaganda en favor de Cárdenas y que además soltó la empresa Indatcom en la cuenta del Ayuntamiento de Zapopan. ¿Casualidad que Indatcom se haya equivocado?, ¿fue un gazapo o hubo intención de provocar la ruptura Lemus-Alfaro y, de pasadita, afectar la campaña de Cárdenas con lo cual también se mete en un serio problema al alfarismo?

Que Lemus haya cancelado el contrato por 7.5 millones de pesos anuales que tenía con Indatcom, una de las empresas consentidas de los gobiernos de Movimiento Ciudadano en el país, es un primer paso, paso pesado, para separarse de los naranjas…, y, además, para darle un arma poderosa a Morena, en Puebla y en Jalisco, contra Alfaro. Basta un rápido monitoreo de la prensa jalisciense para enterarse de que Morena salió el pasado miércoles 8 a aclarar que votaron en contra de todas los adjudicaciones que las áreas de comunicación social dieron a Indatcom, la mayoría fueron ¡ay! directas.

Si Alfaro realmente metió recursos a la campaña de Cárdenas, ¿fue tan inocente como para dejar el asunto en manos inexpertas? Si le interesaba ganar Puebla ¿por qué no puso a sus mejores operadores políticos al servicio del candidato en Puebla?, ¿por qué no se dejó asesorar, por ejemplo, por Carlos Delgado, su jefe de comunicación y otrora mandamás de Indatcom? ¿Fue tan cándido como para desestimar las balandronadas de Lemus, quien cada que puede dice que no milita y no va a militar nunca en Movimiento Ciudadano?

Sin descartar que haya dinero jalisciense en la elección de Puebla, más bien parece que Cárdenas es rehén de un pleito Lemus-Alfaro o Alfaro-Lemus que, sobra decirlo, va a capitalizar muy bien Morena a unos días del debate en Puebla, en Jalisco para debilitar al alfarismo, y a nivel federal el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Mas el problema para Cárdenas no es ese, lo que debiera preocuparle es que ni el PAN ni el PRD mandan a sus mejores hombres para que haya un control de crisis. Está sólo y a nada de enfrentarse a Luis Miguel Barbosa Huerta, de Morena, y a Alberto Jiménez Merino, del PRI, en lo que será el único debate entre los candidatos a la gubernatura.

A nadie le extrañe si después del 2 de junio, día de la extraordinaria en Puebla, a Pablo Lemus, alcalde de Zapopan, Jalisco, se le ve más cerca de Morena que de Movimiento Ciudadano.

A nadie le extrañe si ésta o la próxima semana se dejan ver, juntos, sin rencores y sin enojos, Alfaro y Lemus. A Cárdenas lo habrán dejado a su suerte tanto los panistas como los perredistas y, sobre todo, Alfaro. El pleito en Jalisco es más una simulación en la que buscaban si no dañar, sí deshacerse del apoyo prometido a la causa poblana…, ¿y el contrato por 7.5 millones de pesos anuales con Indatcom? Bueno, todo quedará en familia.

Periferia

Aunque medio mundo da por hecho que la Interpol busca al exgobernador Mario Marín Torres, hasta ayer lunes 13 de mayo a las 15:23 horas aún no se había emitido la alerta que, afirmó Alejandro Gertz Manero, titular de la Fiscalía General de la República (FGR), estaba lista desde abril para lograr la captura del acusado de delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho.

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