¿No que íbamos a mejorar?

  • Marcelino León Ochoa
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“Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”.

Francisco de Quevedo 

 

Mucho se criticó al gobierno del ex Presidente Calderón por el tema del combate a la inseguridad y crimen organizado, prometiéndole a las y los mexicanos que las cosas cambiarían. ¡Y vaya que han cambiado en seis meses! Hoy, el tema de la inseguridad sigue presente y tan sólo esta semana, se han recrudecido los actos violentos en diversas partes del país. Dice el gobierno de la República que la estrategia está funcionando; muchos mexicanos no lo vemos así.

Pero eso no es todo. El muy destacado manejo de la economía en los sexenios de Fox y Calderón –pese a las crisis provenientes de Estados Unidos, en el 2001 y 2009- hoy parece tambalearse. Los logros alcanzados por millones de familias a lo largo de 10 años, al menos, corren riesgos ante la poca movilidad de México.

En las últimas semanas hemos sabido de precios a la alza en diversos productos como combustibles, alimentos, servicios de luz, etc. que se ven reflejados en la compra diaria que hacemos. A un servidor –debo reconocerlo- me gusta hacer la despensa y ahí me he podido dar cuenta cómo las señoras y jefas de familia, sobre todo, se quiebran la cabeza porque lo que un día costaba X pesos, hoy cuesta más. El huevo es un caso para volverse locos, pues un día vale 28 pesos y al otro hasta 40 pesos el kilo.

Estos aumentos se reflejan en la llamada inflación, que hoy rompe récords, después de muchos años de estabilidad y tendencia a la baja.

Las razones son muchas, pero lo que las autoridades nos dicen es que la tendencia a la baja en el crecimiento económico del país ya venía anunciándose. Yo lo dudo realmente, pues hay una gráfica que demuestra claramente que fue a partir del segundo semestre del 2012 cuando miles de millones de dólares de capital extranjero, decidieron retirarse de México.

Durante varios años escuchamos que México podría crecer al 6 o 7% si se aprobaban esas grandes reformas estructurales como la energética, laboral, fiscal, etc. y hoy que se ha aprobado la laboral, por ejemplo, no ha dado los resultados esperados. Hoy no se alcanzan las cifras de empleos generados durante los últimos años de la administración de Calderón.

Bueno, si vamos así, ¿qué se está pensando hacer? Por un lado, buscar nuevos socios estratégicos como China. Llama mucho la atención el estrecho acercamiento con el gigante económico, con el cual competimos de manera desigual en nuestro propio territorio. Ahora se exaltan los aciertos en la economía china y hasta recursos se le piden, concretamente para Pemex. Lo que no sabemos es a cambio de qué, pero es muy probable que la estrategia de detonación de la industria energética pase por la industria petrolera. Lo curioso es que nadie ha hablado en esta ocasión de la defensa del petróleo y la soberanía nacional. ¿Será porque se trata de China, el país comunista más capitalista del mundo?

Y por otro lado, se propone echar a andar lo que se evitó hacer por muchos años: solicitar créditos y generar deuda, democratizada claro, es decir, repartida entre todos. Hoy parece ser ésta la receta sugerida por el gobierno de la República, que va en dos sentidos: solicitarle a la banca de desarrollo las facilidades para crear una pantalla de crecimiento y estabilidad y solicitarle a la banca comercial que preste más, más fácil y con menos intereses.

Las soluciones suenan atractivas pues hablan de incrementar la liquidez en las empresas y las personas, pero a cambio de que lo que realizan con estos créditos les alcance, no sólo para vivir y pagar sueldos sino también para liquidar a tiempo los créditos adquiridos, pues de no ser así veremos exactamente el fenómeno contrario al que se aspira: una quiebra financiera, problemas de deudas, crisis familiar y nacional.

Apreciables lectores, desde mi punto de vista, el país avanza por un camino arriesgado en lo económico –ya no se diga en el tema de seguridad- pues si bien estas reformas buscan fortalecer la economía macro y micro, el dinero fácil a través de créditos puede orillarnos a otra crisis, como no se había visto en el país desde 1994. Vamos, en el ámbito internacional está más que demostrado que si se sigue esta ruta se construye sobre arena y las instituciones que nos hemos dado, se resquebrajan.

 

Deseo sinceramente que nuestros legisladores hagan lo correcto y analicen detenidamente las propuestas del presidente Peña y su gabinete económico, pues no vaya a ser que por tratar de crecer rápidamente, se cometan errores que nos hagan retroceder, situación que nos pesará a todos, sin excepción.

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014