El presidente Mario Roberto Huerta Gómez, primo del gobernador de Puebla, se negó a recibir a los pobladores y en su lugar permitió el desalojo violento
Medio centenar de elementos de los Grupos Especiales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desalojaron a 52 familias que habían instalado viviendas improvisadas de madera y cartón