El rescate y saneamiento de la Cuenca del Río Atoyac, que atraviesa los estados de Tlaxcala y Puebla, es uno de los retos ambientales más críticos que enfrentamos en la región. Este río, que cruza 22 municipios de la zona metropolitana de Puebla, incluyendo Puebla, Cuautlancingo, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula y Huejotzingo, ha sufrido años de negligencia ambiental.

El Atoyac se ha convertido en un "infierno ambiental" debido a la descarga de residuos peligrosos por parte de más de 22 mil industrias. De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), únicamente 7 de las 122 empresas registradas cumplen con las normativas de manejo de residuos peligrosos, lo que representa menos del 10 por ciento de cumplimiento.

Este bajo nivel de cumplimiento refleja la falta de atención de las autoridades en los tres niveles de gobierno. Sin embargo, la situación es aún más grave: el Informe Estratégico Cuenca del Alto Atoyac revela que más de 22 mil empresas operan en la cuenca sin estar registradas, muchas de ellas siendo grandes contaminantes. ¡Esto representa un subregistro de más del 90 por ciento!

El reciente compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de sanear los tres ríos más contaminados del país, entre ellos el Atoyac, es un avance positivo y responde a una demanda histórica de diversos grupos socioambientales.

Ante esta situación, y para frenar la actividad de las empresas depredadoras del medio ambiente, desde la Cámara de Diputados presentaré esta semana una iniciativa para modificar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos a fin de crear una base de datos pública que registre de manera transparente a las empresas que generan y gestionan residuos tóxicos, con el fin de mejorar la vigilancia ambiental y asegurar que estas empresas cumplan con sus responsabilidades. Este será un paso crucial hacia la protección del Río Atoyac y de las comunidades que dependen de su recuperación.

@ACarvajal06