En tiempos turbulentos como los de estos días, a todos en el mundo político, haría bien sacar un poco el pie del acelerador y hacer un alto; y aprovechar para revisar ese tipo de sabiduría perenne que enfría los ánimos y prende faros para transitar el camino con mejor ánimo y dirección.

Me encontré en mi biblioteca con un librito escrito hace tres décadas, por un regiomontano lúcido, talentoso, académico, diplomático y comunicador, Lorenzo de Anda, quien recopiló en ese trabajo una serie de máximas políticas que, como brújulas, nos ofrecen sabias recomendaciones.

Veamos:

1. Cuando tengas el poder, ejércelo pensando en el día en que ya no lo tendrás.  Y en efecto, muchos actos y decisiones de los hombres públicos habrían sido de otra naturaleza si se hubieran guiado por la temporalidad del cargo.

2. La luna miel de un funcionario termina cuando comienza a tomar decisiones. El medio cambia radicalmente cuando el funcionario toma las primeras determinaciones y toca intereses de grupos y personas.

3. Cuidado con la imaginación. Más del 98 por ciento de las ocasiones nuestra imaginación galopando en la predisposición está equivocada. Hagamos una lista de las fechas en que creímos que algo era y no fue. Nuestra imaginación nos hace ver gigantes donde sólo hay molinos.

4. El sentido más indispensable para el político es el equilibrio. Quien carezca de este sentido nada tiene que hacer en la política.

5. Jamás negocies la dignidad.  La política es el arte de la negociación. Pero tiene un límite: tu dignidad. Quien la vende o traiciona podrá ganar una batalla, pero siempre será transitoria.

6. La política magnifica las pasiones. El egoísmo, la venganza, el odio, el orgullo, amplifican sus motivos y sobre todo sus efectos en el medio político.

7. Cuando atacan a los demás disfrutamos morbosamente. Cuando los ataques son para nosotros sufrimos intensamente.

8. Los periódicos (y los portales) de ayer son testimonio irrefutable de quién mintió, quién dijo la verdad, quién tenía la razón y quién actuó con el engaño. Lo que hoy se escriba o se diga mañana pasará por los filtros de la verdad y de los hechos.

9. La vida pública es un reflejo de lo que hacemos o dejamos de hacer por los demás. Qué amargo futuro espera al político que enferma del mal de montaña.

10. Los enemigos que generes en el camino serán el fardo que limite tu ascenso.

11. El político tiene tres personalidades: al buscar el poder, cuando lo tiene y al perderlo.

12. Ten cuidado con la noticia que ha pasado por muchas manos. El funcionario y el político deben buscar las premisas con objetividad antes de decidir.

13. Quien haya cosechado cizaña no espere cosechar rosas.

14. El que se enoja pierde. En política como en ningún otro campo, cuando el hombre pierde el control de sus emociones, causa un daño enorme a su persona y a su grupo.

15. El político debe sopesar el impacto de sus palabras. Por los labios, los políticos pierden más que por ningún otro sentido humano.

16. Dos palabras que no existen en el diccionario político: nunca y siempre.  Nunca y siempre, deben manejarse con la experiencia heredada de otras generaciones políticas.

17. El mal político tasa a los demás desde dos estrechas dimensiones: a) ¿Me puede perjudicar?; b) ¿Me puedo servir de él? Cuando pueden servirle extiende su mano.  Si ya no los necesita les voltea la cara. Si les teme, los busca. Cuando advierte que ya no pueden hacerle daño los rehúye.

18. Si vives en casa de cristal, ten cuidado al lanzar piedras.  La misma idea que se expresa en otras muchas frases como “cola larga, pico corto”.

19. No levantes murallas ni diques; construye puentes. El político que se aísla termina con su carrera.  Cuando en su camino rehúye a los demás se queda solo. Si presenta murallas a los disidentes, a quienes no piensan como él o a quienes de alguna manera han lesionado su ego, sus pasos por la vida pública serán difíciles. Quienes por el contrario construyen puentes y se acercan a todos sin distingo incrementan las posibilidades del triunfo.

20. Si me da es muy bueno. Si no me da o me quita, es malo. En esta simple expresión infantil se sintetizan los adjetivos que vierte quien recibe o no recibe un favor o una posición. Esta actitud es reflejo de las condiciones y el estado de ánimo.

Se requieren esfuerzos sobrehumanos para calificar con objetividad las conductas, se reciba o no el beneficio. Es muy difícil, aunque no imposible, mantener el equilibrio emocional en todas las circunstancias.

Sabias palabras dejó escritas este hombre, fruto de su caminar fructífero por la vida.

Valiosas no sólo para los políticos, sino igualmente para quienes juzgan o analizan el proceder de los hombres públicos.

Te lo digo Juan. Cada jueves, de 7 a 8 de la noche, por RadioBUAP, le invito a que nos sintonice para platicar sabrosamente sobre el mundo de nuestro idioma español. De igual manera, por Facebook y Youtube todo el tiempo en “El Pájaro Carpintero”, el placer de conversar con personajes interesantes de Puebla.

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