Adán Augusto, a la intemperie

  • Roberto Rock
El secretario buscará que la reforma militarista sea aprobada por al menos 17 de los Congresos local

A veces a la luz del día, otras en discretísimos coloquios, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, protagoniza un nuevo ciclo de intensos cabildeos que en los últimos días lo llevaron a negociar con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, le permitieron arrancar los votos opositores suficientes en el Senado para una incómoda reforma constitucional, exhibir a la dirigencia del PRI como su aliada y, de paso, montar una plataforma de promoción personal en busca de la candidatura presidencial para el 2024.

Todo ello supone un llamativo balance para este político que militó un cuarto de siglo en el PRI, dejó a la mitad su modesta labor como gobernador de Tabasco (2019-2021) y despertó grises pronósticos cuando hace 14 meses asumió un despacho que había sido vaciado de poder desde los primeros días del gobierno López Obrador.

Una mezcla singular del personaje bonachón, el estudioso del Derecho y la Ciencia Política en la Sorbona de París y el seguidor incondicional del Presidente, al que conoce desde sus primeras juventudes, permitieron a López Hernández pedirle a Salinas de Gortari presionar a su sobrina, la senadora Claudia Ruiz Massieu, para votar en favor de la reforma que el día 6 otorgó un escudo constitucional al uso de las fuerzas militares en tareas de seguridad pública.

De acuerdo con versiones de fuentes confiables, ello ocurrió en una charla telefónica gracias a un intermediario cercano al expresidente. La fuente consultada sobre esta comunicación aseguró que el secretario de Gobernación le expuso que Palacio no tomaba con seriedad imputaciones sobre supuestas irregularidades ocurridas en la gestión de Salinas (1988-2004) que aún podrían estar al alcance de la ley. En todo caso, la gestión de Adán Augusto fracasó, pues la señora Ruiz Massieu votó en contra de la enmienda constitucional, aun y cuando una cifra suficiente de los miembros de su bancada sí la adhirieron.

El balance de los votos en este tema resaltó la postura asumida por la senadora Sylvana Beltrones que, pese a su rol en la Comisión de Puntos Constitucionales, habría sido relegada por el coordinador de la bancada tricolor, Miguel Ángel Osorio Chong, y por la citada Ruiz Massieu. Fue registrado una intensa negociación de la señora Beltrones con el líder senatorial Ricardo Ruiz Massieu y, en la etapa final, con el propio secretario López Hernández. El resultado se expresó en amplio texto complementario del escueto párrafo transitorio que en noviembre de 2019 había determinado la presencia de la milicia en las calles hasta 2024.

El eficaz cabildeo del titular de Gobernación parece haber exhibido las limitaciones de su antecesor durante el sexenio Peña Nieto, el otrora poderoso Osorio Chong. El también votó en contra, pero se le atribuye haber ofrendado el voto aprobatorio de Nuvia Mayorga, su compañera de banca, paisana y subordinada política.

Osorio impulsó a Alejandro Moreno a la dirigencia del Institucional en 2019 y ahora lo combate. Se le atribuye haber tenido a su alcance una negociación con López Hernández que echara del cargo al controvertido “Alito” Moreno a cambio del apoyo de la bancada a la reforma militarista. Pero dejó pasar la oportunidad. No quiso o no lo dejaron.

Dos días antes de la votación, de acuerdo con reportes judiciales, fue otorgado un amparo federal a Frida Martínez, otra de sus incondicionales. Ella se desempeñó como secretaria general de la Policía Federal bajo las órdenes de Osorio en el gobierno de Peña Nieto, y encaró desde 2020 acusaciones de manejo fraudulento por al menos 1,200 millones de pesos, que habían atraído una orden internacional de captura por parte de la Interpol.

El mal sabor que ha dejado en el PRI todo este episodio genera la amenaza de que Osorio deje la coordinación en algún momento del próximo año.

El proceso completo quedó marcado con las hábiles huellas digitales de Adán Augusto López, quien ahora se aupó a una gestión personal para que la reforma constitucional de carácter militarista sea aprobada por al menos 17 de los Congresos locales, la mayoría de los estados del país, para que finalmente sea decretada por López Obrador y las fuerzas armadas disfruten de un fuero constitucional que reclamaban desde hace 25 años, cuando el gobierno de Ernesto Zedillo comenzó a emplearlas para combatir al crimen organizado.

Este tour de carácter político llevará a López Hernández por todo el territorio nacional, con objeto de presentarlo ante las casi nueve de cada 10 personas que en las encuestas dicen no conocerlo siquiera, mucho menos considerarlo una alternativa viable para ser el candidato de Morena y eventualmente ganar la presidencia de la República.

En sus primeras escalas, López Hernández ya exhibió el guion que seguirá en las próximas semanas: mimetizarse con López Obrador en todos los aspectos posibles; combatir con rudeza a una oposición que muestra un escandaloso pasmo. Y desde luego, presentarse en sociedad para penetrar en el ánimo ciudadano. Para lograrlo, buscará apuntalar la presencia de Morena en entidades donde ahora luce débil, pero también lucir vigor frente a las más posicionadas figuras de otros aspirantes, notablemente Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal. Por eso se entiende que meta el acelerador. Le va el futuro en ello.

rockroberto@gmail.com

  

 

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Roberto Rock
Periodista de temas políticos, egresado de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Fue director editorial de El Universal y actualmente es columnista y director general del grupo La Silla Rota y vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Coautor de libros diversos como Zócalo Rojo.