En memoria de mis queridos padres, el Profr. Luis Andrade (+ 5 enero, 2009) y la Sra. Casimira Galicia (+ 7 abril, 2019), con gratitud y amor eterno.

También entendida como la capacidad de sobreponerse a los fracasos, la perseverancia es un valor indispensable para quienes tienen la responsabilidad de dirigir organizaciones o equipos de trabajo.

Cuántos éxitos hubieran logrado muchas personas o empresas, si hubieran sido constantes y hubieran puesto su mejor empeño y dedicación en el logro de sus objetivos.

Por desgracia, muchas veces, a las primeras de cambio, desistimos de nuestros propósitos y nos echamos para atrás, al creer que las metas y objetivos que esperamos alcanzar están fuera de nuestras posibilidades y no hacemos el intento de seguir adelante para lograr el triunfo en lo que pretendemos. Pero si ponemos nuestro mejor empeño, definimos claramente nuestros objetivos, y valoramos los beneficios que podemos obtener, seguramente estaremos alcanzando las metas, que nos propongamos lograr.

Todos conocemos el refrán popular, que dice: “La gota de agua perfora la roca, no por su fuerza sino por su constancia.” Por lo que debemos tener presente en nuestra vida, el gran valor de la perseverancia, para lograr el éxito, tanto en el ámbito personal, como en el ámbito familiar y en el campo profesional.  “A todos nos ha pasado alguna vez, y de seguro te está pasando. Todos los días quieres lograr un objetivo, y eso está bien. Pero llega un momento donde quieres más y empiezas a forzar la máquina hasta más allá de tus límites, el tiempo no alcanzará y no lograrás nada, o al menos eso es lo que aparentará ser a tu juicio. Es allí donde debes recordar la frase anterior, porque los grandes logros no se han cimentado en un único día, sino que toman tiempo. Por eso, trazar un plan a largo plazo y luego dividirlo en pequeñas tareas diarias o semanales es lo único que garantizará, no el éxito, sino que te mantengas motivado (constancia) para realizar y cumplir tus objetivos” (1).

Existen ejemplos de muchas personas, a lo largo de la historia que, a pesar de los fracasos, obstáculos u otras circunstancias adversas, han sido constantes hasta lograr el triunfo en la vida.

Veamos el caso del decimosexto presidente de los Estados Unidos de América, Abraham Lincoln (1809 - 1865), el cual fue perseverante a pesar de los innumerables fracasos, a lo largo de su vida.

- “A los 22 fracasó en los negocios, se declaró en quiebra.
- A los 26, estando a punto de casarse, falleció su novia.
- A los 31 no pudo formar parte del Colegio Electoral.
- Fue derrotado tres veces en las elecciones al Congreso.
- Fue derrotado dos veces en las elecciones al Senado.
- Fue derrotado en las elecciones del Partido Republicano para candidato a vicepresidente del país. Obtuvo menos de 100 votos.

Y con todo este resumen curricular negativo no se echó a morir, no se lamentó, y a los 51 años de edad fue elegido como presidente de los Estados Unidos de América” (2).

Otro gran ejemplo de perseverancia nos lo da el científico estadounidense, Thomas Alva Edison (1847-1931), uno de los inventores más prolíficos de la historia, quien luego de una serie ininterrumpida de inventos, el 27 de enero de 1880 lograba inventar una bombilla incandescente con filamento de carbono y el vacío en su interior. Con sus 40 horas de duración, llegó a ser la primera bombilla comercialmente viable.

“Edison es, quizás, el caso de perseverancia más famoso entre los genios. Ése fue el gran secreto detrás de sus éxitos: perseverar aún cuando parecía que se habían agotado todas las alternativas de solución.  Edison probó, en efecto, cientos y cientos de materiales para hacer el filamento de la bombilla de luz; hasta el punto de que en cierta ocasión, uno de los discípulos, que colaboraba con él en el taller, le preguntó si no se desanimaba ante tantos fracasos. Y Edison respondió: “¿Fracasos? No sé de qué me hablas. En cada descubrimiento me enteré de un motivo por el cual una bombilla no funcionaba. Ahora ya sé mil maneras de no hacer una bombilla”. (3)

Habrá ocasiones, en las que a pesar de la perseverancia y los esfuerzos que realicemos, en la consecución de los objetivos, éstos no se alcancen y entonces valdría la pena analizar la situación con todo detalle, para reformular nuestros objetivos o cambiar nuestras estrategias para lograr nuestros propósitos en la vida. En otras ocasiones habrá que descansar, tomar un reposo para obtener nuevos bríos, para continuar con esfuerzo y dedicación hacia el logro de nuestras metas. Al respecto, les presento un breve fragmento de una bella composición titulada No desistas del poeta británico Rudyard Kipling:

“Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino sólo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber pero mucho que pagar,
y precises sonreír aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes pero nunca desistir”. (4)

Si pretendemos que los niños y jóvenes en nuestra patria alcancen el éxito, no sólo en su formación académica, sino también en su desarrollo profesional, es importante y necesario, que tanto los padres de familia como los docentes, inculquen en ellos el amor por el estudio, la disciplina, contribuyan en la formación de su carácter, y además, que fomenten en ellos la perseverancia en la consecución de sus objetivos, para que, a pesar de las adversidades en su vida diaria, dificultades en sus estudios y muchos otros problemas que seguramente, van en enfrentar para alcanzar sus metas. Si toman en cuenta todos estos aspectos, seguramente alcanzarán sus objetivos y lograrán el éxito en sus estudios y en su vida profesional, en beneficio de ellos mismos, de sus familias, y en general, en beneficio de México, nuestra querida patria.

Referencias
1. https://bit.ly/3Rht3NA
2. https://bit.ly/3TlU7NH
3. https://bit.ly/3e0bovr
4. https://bit.ly/3Tr6Yhp