“Anarquía significa negación o ausencia de autoridad y este es nuestro mal, este es el corazón de nuestra crisis: una desnaturalización del concepto de Estado, una corrupción teórica y práctica de la autoridad.”

Efraín González Luna

Lamentablemente en México atravesamos un ambiente de violencia jamás vivido y por consiguiente, el clima electoral corrió con la misma suerte, tanto, que uno de los diarios con mayor prestigio en la Unión Americana, así como en el mundo, The Washington Post, calificó la campaña electoral del 6 de junio en nuestro país como “la más violenta en tiempos modernos, ejemplo de la lucha de las organizaciones del crimen organizado para expandir su control en el territorio” situación por demás preocupante.

En Puebla en los municipios de Acatzingo, Amozoc, Chietla, Chiconcuautla, Coxcatlán, Huejotzingo, Palmar de Bravo, Ixtacamaxtitlán y Xayacatlán, hubo incidentes mayores durante la campaña y la jornada electoral, tales como cierre de centros de votación, robo de urnas, secuestro de candidato e incluso presencia de gente fuertemente armada.
En los recorridos que realizo al interior de la entidad, como panista y ahora como diputado local, los habitantes de diferentes municipios me han externado que viven una tensión política que podría desbordar en violencia.

El próximo 15 de octubre, conforme a lo que establece la Constitución Política del Estado de Puebla, se dará el cambio de administraciones municipales en 215 municipios de los 217 que integran al Estado de Puebla, esto debido a que hasta este momento, San José Miahuatlán y Teotlalco está aún pendiente la reposición del proceso.

Debemos tener especial cuidado en la zona del estado llamado “Triángulo Rojo”, el cual ha presentado mayor inestabilidad a causa de la delincuencia organizada producto de la presencia del delito de venta ilegal de huachicol. Por esta razón deberá tenerse mayor cuidado en municipios como Acatzingo, San Martín Texmelucan (donde aún faltan impugnaciones por resolver) y Palmar de Bravo, lugar donde debemos recordar, el candidato de la coalición Morena-PT, sufrió un secuestro en el mes de mayo, es decir, en plena campaña electoral en la que ganó su oponente del Partido Verde Ecologista.
Esta situación debe preocupar y ocupar a las autoridades locales, toda vez que es su responsabilidad brindar las condiciones para que la vida democrática fluya en armonía y sea respetada la voluntad popular.

Por tal motivo hice público el lunes pasado, un llamado para que las Secretaría de Gobernación y la de Seguridad Pública sumen esfuerzos e intensifiquen su coordinación ante los relevos en las presidencias municipales.

Cuidar y respetar la autonomía municipal significa cuidar y respetar la voluntad popular sobre la decisión de la autoridad más inmediata al ciudadano; aquella que trabajará para garantizar el entorno para el desarrollo de la familia poblana. Es por ello que la tranquilidad y paz social que prevalezca en los cambios de autoridades, será el mejor comienzo para que los nuevos ayuntamientos inicien sus actividades de manera exitosa.

También es necesario iniciar un trabajo conjunto con autoridades de los tres niveles de gobierno -federal, estatal y municipal-, así como los Poderes del Estado como lo son el Ejecutivo, Legislativo y Judicial para frenar la tendencia creciente de violencia partiendo del municipio. México no debe continuar en sentido contrario a la paz y tranquilidad.
Con la toma de protesta de los alcaldes electos se cierra el ciclo de relevos votados en la pasada elección.

Es momento de que con la nueva conformación de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, al igual que el reacomodo de fuerzas en el Congreso local y ahora, con los ayuntamientos, se atienda de manera inmediata y urgente la inseguridad en el estado, situación que roba la tranquilidad a las familias, genera pérdidas económicas y patrimoniales y lastima la autodeterminación de nuestras comunidades.