UDLAP: No es la legalidad, es el dinero
- Ociel Mora
¿Por qué en la percepción popular, el gobierno del estado perdió el debate en el affaire que envuelve a la Universidad de las Américas Puebla?
Es una impresión generalizada. No sólo se trata de los sectores críticos de las acciones de gobierno; esta muy presente en la prensa nacional (basta con ver los comentarios editoriales), e incluso entre los organismos civiles y grupos empresariales.
Los más de las veces suelen estar en consonancia con las políticas en curso de los gobiernos. Ahora se pronuncian en contra mediante la publicación de grandes desplegados.
Se dice por lo bajo que el gobierno perdió como perdió cuando repentinamente la Auditoría Superior del Estado anunció la revisión de las finanzas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), sin previamente acatar los lineamientos de las competencias de los diferentes órganos fiscalizadores, a los que está obligado en primer lugar el organismo revisor estatal.
Hay que precisar en este punto estamos hablando de percepción, no de los recursos legales en curso, ni de hechos consumados y sancionados por autoridades judiciales.
Ya se sabe que en política-política lo que cuenta no es lo que es (la verdad); cuenta lo que lo que la gente cree o quiere creer (la percepción).
¿Qué es la percepción? Se trata de esa cosa rara que flota en el aire, que nadie mira pero que se palpa. Produce rumores y mucha maledicencia, y mata los anhelos civilizatorios de acceso y conocimiento de la verdad. Para decirlo de una vez: la percepción es populismo.
Incluso ciertos gobernantes fincan su éxito no en acciones de gobierno, sino en dudosas estrategias de comunicación. Gobernar es comunicar, dice la máxima publicitaria. Gobernar es crear percepción.
En el parecer de la gente común lo que está en juego no es la eventual legalidad de la institución de educación privada más importante en la entidad. Lo que ven bajo fuego es el destino de los 14 mil o 15 mil millones de pesos, el fondo patrimonial de la Fundación Jenkins, sacados del país durante el esplendor del gobernador Rafael Moreno Valle justamente con la finalidad de ponerlos a salvo de la clase política.
Se trata tal vez de la versión popular más socorrida. Luego entonces, en la percepción, no es la legalidad, es el dinero.
Por su peso académico y cultural, la UDLAP trasciende las autoridades locales. Incluso su indefinición administrativa pone en riesgo una parte importante del patrimonio cultural nacional físico.
Esa institución, por ejemplo, tiene bajo resguardo parte del archivo de Porfirio Díaz, y la Biblioteca Franciscana, en el portal del Convento de San Gabriel de Cholula, con una acervo integrado de 25 mil volúmenes publicados entre el siglo XVI y XIX.
Se trata de los archivos de la orden de los frailes franciscanos desde su llegada a México en 1524 (Los 12 afamados, que emularon a los 12 Apóstoles). Ahí también se encuentra el Archivo Histórico de la Provincia del Santo Evangelio.
En general estamos hablando de uno de los acervos documentales más grandes del centro del país, que concentran un periodo de cerca ya de 500 años. La memoria puesta en riesgo.
Además el gran escaparate de la Capilla del Arte en el centro Histórico de Puebla. Para mi gusto la vitrina más importante del arte mexicano en el sur sureste del país. Ahí muchos vimos una de los montajes museográficos más innovadores que se hayan hecho con la obra de Francisco Toledo; amén de las vanguardias mexicanas de los setentas.
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior de la República Mexicana (ANUIES), en días pasados hizo un pronunciamiento público a favor de la institución. Pide a las autoridades locales apego a derecho en sus decisiones. Reprobó los actos violentos y de intimidación porque siembran incertidumbre. En referencia a la presencia de policías armados dentro del campus, en un acto que fue equiparado con el 68.
El gobernador afirma que sus malquerientes (que no críticos -la crítica es otra cosa y tiene otros cauces-), han anunciado en más de una ocasión su caída. Barbosa Huerta es un gobernador centralista y por lo tanto poderoso (nadie sabe quiénes integran su gabinete).
La distancia que ha marcado con respecto del centro y de los grupos nacionales que ya se disputan la candidatura presidencial, lo fortalece. Lo de las supuestas caídas a quien más perjudica no es a la persona, es a las políticas de desarrollo de la entidad, esas sí puestas en entredicho por los especialistas.
Lo que sí se percibe es un problema de incompetencia en materia de comunicación política; pero no sólo eso, también tiene que ver con el modelo de toma de decisiones. Creo que aquí es donde la puerca tuerce el rabo. Al parecer no hay protocolos para el efecto.
Entonces tenemos un gobierno inmovilizado por el centralismo. Los resultados son los que están a la vista. ¿Quién pierde?
@ocielmora
Opinion para Interiores:
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Es vicepresidente de Perspectivas Interdisciplinarias, A. C. (www.pired.org), organización civil con trabajo académico y de desarrollo económico de grupos vulnerables; y promotora de acciones vinculadas con la cultura comunitaria indígena y popular. Su línea de interés es la Huasteca y la Sierra Norte de Puebla.