Cooperación o competencia

  • Víctor Reynoso
Quienes plantean que habrá más muros se basan en que las fronteras nacionales

¿Qué tanto y cómo va a cambiar el mundo después de esta pandemia? Algunos dirán que poco o nada: lo que nos caracteriza como seres humanos tiene raíces profundas, intocables aun por tragedias como esta. Otros creen que sí habrá cambio. En dos sentidos posibles: mayor cooperación o mayor distancia y competencia. Más puentes o más muros, en otras palabras.

Quienes plantean que habrá más muros se basan en que las fronteras nacionales han sido cerradas. Aun los europeos, que habían creado una unión y abolido con ella las fronteras entre países, las han vuelto a levantar.

Puede ser. Aunque no solo las fronteras están cerradas. También las casas y los negocios, hasta cierto punto. No es que sea riesgoso viajar a otro país. Hay riesgo en estar en el propio aeropuerto, o en un centro comercial. No está en el extranjero el peligro.

Hay sin embargo otros signos de discordia y distanciamiento. El presidente Trump, de forma inusitada y en el peor momento, suspendió el financiamiento de su país a la Organización Mundial de la Salud. Hay una lista de presidentes nacionalistas que pretenden construir muros, reales o virtuales, como Trump.

En nuestro país varios gobiernos estatales han manifestado sus diferencias con el gobierno federal. Las benditas redes sociales han registrado, en broma, supongo, pero reflejando una problemática real, que el país se dividirá en norte y sur, y que el actual presidente se quedará solo con los estados sureños. Otra señal de la dificultad de cooperar.

Del otro lado, quienes creen que la problemática actual puede llevar a mayor cooperación parten de que la pandemia nos ha mostrado, o nos ha recordado más bien, la igualdad de todo ser humano. Este virus puede infectar desde el más modesto habitante de China, Irán o Italia hasta el Primer Ministro del Reino Unido.

Las diferencias humanas resultan secundarias, epidérmicas, circunstanciales, ante esta y otras realidades. Hay riesgos que nos afectan a todos. Es razonable unirse contra esos riesgos.

La cooperación es ya un hecho, en algunas cosas. Las fronteras están cerradas, pero todos los países buscan en otros experiencias y materiales que les puedan ser útiles. Es lo más razonable: voltear a los países donde el virus llegó primero para reconocer aciertos y errores, para copiar los primeros y evitar los segundos. Y esto exige cooperación del otro país.

Lo mismo pasa con el material médico. Es lógico que cada país trate ante todo de cubrir sus necesidades. Pero una vez cubiertas envía materiales a los países que lo requieren.

Los esfuerzos por obtener una cura y una vacuna tendrán sin duda efectos en todo el mundo. Ciertamente quien logre obtenerlos buscará una recompensa económica. Algo razonable: los esfuerzos y recursos que se están invirtiendo en estas investigaciones seguramente son muchos. Y es lógico que sean razonablemente recompensados.

No sabemos si habrá grandes cambios cuando el COVID 19 dejé de ser una amenaza. Nos sabemos si esos cambios serán en el sentido de mayor aislamiento y competencia entre los países o de mayor cooperación. Por el bien de todos, lo segundo sería lo mejor.

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.