La Reforma en materia de violencia política de género, aproada por la Legislatura Paritaria, es la vacuna para desarmar el Patriarcado en México, -suprimir la pandemia contra las mujeres-, impulsar el empoderamiento femenino del 50-50 y frenar los excesos de los hombres de poder, los partidos políticos, el sector empresarial y gubernamental, consolida la democracia paritaria.

El Patriarcado, mediante su sistema de dominio de poder de todo aquello que considera femenino, mantiene en invisibilización y subordinación a las mujeres. Esta violencia política, nace con las transformaciones en el orden de género –Sistemas de Género- desde el feudalismo-capitalismo hasta la democracia. Maquiavelo en el Príncipe lo sostenía: “La fortuna es mujer y, si se quiere dominarla, hay que maltratarla y tenerla a freno.”

En el escenario político tenemos los instrumentos para romper con los estereotipos del patriarcado y el machismo -La Reforma de violencia política de género y La Reforma Constitucional Paritaria-, empoderan la paridad en los 3 poderes y 3 niveles de gobierno  y judicializan los delitos de violencia política contra las mujeres. México ocupa el lugar 103 de 167 en el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad 2019-2020.

La política femenina, genera actos de violencia como: difamación,  acoso político y sexual, amenazas, intimidaciones, lesiones, secuestros, homicidios y sexismo de los medios de comunicación. Todas estas estrategias del patriarcado, son con el objeto de retirar a las mujeres de la vida política. El  TEPJF emitió 87 resoluciones en casos de violencia política de género durante 2019, y las amenazas de muerte subieron al 276 %.

Puebla en el ranking de violencia política de género: el informe de la FEPADE de las #Elecciones2019, indica que recibió 72 denuncias en donde Puebla fue el estado que más denuncias concentró 45, seguido de Tamaulipas con 12. En las elecciones de 2018-2019, Puebla ocupo el primer lugar a nivel nacional en materia de violencia política contra las mujeres con 15 denuncias, 89 casos visibles y el asesinato de 2-3 candidatas, lo anterior documentado por el Observatorio de participación política de las mujeres en México.

Más sobre la Reforma

La Reforma tipifica la violencia política de género  como delito penal, con sanciones de 200 a 300 salarios de multa y de 4 a 6 años de prisión, modifica 7 leyes en materia de violencia política y paridad de género: Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, Ley General de Partidos Políticos, Ley General en Materia de Delitos Electorales, Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República y Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Con la campaña #DerechoSiViolenciaNo,  la Dip. Wendy Briceño Zuloaga presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en la Cámara de Diputados, promueve la Reforma, para que “todas las mujeres puedan participar, libres de violencia política”, señala que es un mecanismo de protección a los derechos políticos-electorales de las mujeres, para que los partidos políticos respeten la paridad de género.

Más del Patriarcado

El Patriarcado en los partidos políticos, es una táctica para impedir la participación de las mujeres  en los procesos políticos y electorales, en gran medida por la cultura de sistemas de partidos y procesos de la democracia antes de la Reforma de 2014, donde imperaban las cuotas de género que no nivelaban la igualdad, por el contrario suprimía los principios constitucionales de paridad y de igualdad de género. Ser feminista  coloca a la mujer en un proceso de acelerar el 50/50 de los espacios políticos, para que exista una paridad y liderazgo  en la toma de decisiones.

El patriarcado en la vida pública,  enfatiza la violencia contra las mujeres  en políticas públicas, en los países del primer mundo han implementado acciones con perspectiva de género para proteger los derechos humanos de las mujeres en los ambientes políticos, aun así hay obstáculos que tienen que ver con la educación sexista y barreras interpuestas por el patriarcado, que impiden despegar y lograr triunfo, que bien vale la pena mencionar:

El Techo de cristal,  “glass ceiling, Wall Street Journal”, en la carrera de ascenso la mujer va directo a la cúspide y las estructuras patriarcales del corporativismo, no le permiten crecer, y El  piso pegajoso, se refiere al  “desequilibrio de trabajo”, las dificultades de las mujeres de cambiar de la esfera pública a la privada, por las tareas de cuidado y vida familiar.

El Techo de cemento, límites de las  mujeres para crecer política, social o empresarialmente, por las estructuras de los organigramas, horarios y dinámicas masculinas; y Techo de diamante, de la autora  Amelia Valcárcel que  describe en su libro -La política de las mujeres- donde el hombre es un objeto de aprecio, y la mujer un objeto de deseo,  subordinándola al poder, sin valorar su capacidad profesional.

Otro tipo de violencia es la Económica, -la Brecha Salarial-, ONU Mujeres en su campaña #StopTheRobbery, nos indica que a nivel global, las mujeres siguen cobrando 23 % menos que los hombres, y que no habrá igualdad de sueldos hasta 2069.

Que es lo que viene

Replicar la Reforma de violencia política de género en los Congresos Estatales, porque será la cereza del pastel de la contienda electoral del 2021. La reforma será el referente para legislar sobre la violencia política de mujeres estudiantes –unidades de género en las universidades-.

Re-implementar políticas gubernamentales sobre violencia política de género, en coordinación con los Observatorios de participación política de las mujeres en México, INE, Inmujeres y Tribunales electorales.

Re-afirmar que en un país en democracia, la violencia contra las mujeres en política, no sólo amenaza los compromisos nacionales e internacionales          -Generación de Igualdad 2020- sino que es una violación a los derechos políticos-electorales  de las mujeres.

Re-imaginar terminar con el patriarcado, seguir pensando que es posible.