MORENA y su devenir como Partido Político

  • Nicéforo Rodríguez Gaytán
En territorio poblano es generalmente aceptado por militantes, dirigentes de MORENA y aliados

El reto principal para MORENA en Puebla, es convertirse en una opción clara de gobierno para una sociedad compleja, plural, polarizada socialmente, caracterizada por su profunda desigualdad y en donde anida una cultura cívica de  participación ciudadana  incipiente, debe ser una opción viable y confiable de gobierno para sectores cada vez más amplios y diversos de la población. Sólo de esa manera estará en condiciones de contribuir desde lo local,  a hacer de México un país con justicia sin discriminación, igualitario, progresista, plural, tolerante,  con una ciudadanía más activa, exigente y participativa.

En territorio poblano es generalmente aceptado por militantes, dirigentes de MORENA y sus aliados, que su  principal debilidad es  estructural y operativa producto de  su bajo grado de institucionalización, por ello los “aliados” adquieren un valor político estratégico a costa de su  propia debilidad.

La institucionalización partidaria es un proceso a través del cual en la sociedad adquieren valor la estabilidad de las organizaciones partidarias y sus procedimientos  internos,  es proporcional al mediano, bueno o  mal funcionamiento de dichas reglas, es significativa la evaluación de sus reglas y cómo influyen en la cohesión partidaria. Es uno de los factores estratégicos  para que los partidos políticos compitan electoralmente de la mejor manera  para llegar,  ejercer poder y refrendar su continuidad con la ciudadanía. En suma la institucionalización debe entenderse como la etapa de consolidación organizativa para el ejercicio del poder politico.

Difícil de ocultar que MORENA atraviesa por: una crisis de  institucionalidad; de identidad; legalidad; de legitimidad y de principios.  Que existe un empoderamiento de prácticas,  vicios y deformaciones como la improvisación, inmadurez política,  el oportunismo, arribismo,  la simulación,  el dogmatismo, escenario fértil para el florecimiento de los “vividores de la política”.

MORENA, manifiesta los rasgos típicos de un proceso embrionario de organización y composición de una “coalición dominante”, orientado a la estructuración de una elite partidaria que tiene como su principal objetivo la conquista, ejercicio y consolidación del poder interno en la estructura partidaria, en este propósito, su  fragilidad descansa en el  comportamiento e interés individual de los liderazgos que le dan cuerpo y a la falta de institucionalización de reglas consensuales que garanticen la circulación entre las “elites políticas” que se disputan el control del poder partidario, su consecuencia o gran riesgo es la polarización interna, reconfiguración de alianzas sin escrupulos, escándalo político y desencanto de los ciudadanos al traicionar los principios rectores de los estatutos de MORENA.

Para seguir siendo una opción de gobierno confiable y creíble ante la ciudadanía, en primer lugar, debe convertirse en un partido institucionalizado y comprometido con el respeto a su propia legalidad.

Más allá de voluntarismos democratizadores, un segundo aspecto es que la institucionalidad debe igualmente velar por la gobernabilidad del mismo, es decir, las reglas del juego político interno deben garantizar un funcionamiento no sólo democrático, sino ser eficaz para la estabilidad interna.

En tercer lugar, la institucionalización del partido debe transitar hacia  el desarrollo de una cultura política democrática y  de la legalidad en el interior mismo del partido, para dar sentido al cambio de régimen y de nuevo gobierno, así de sencillo, solamente congruencia política e ideológica.

Desde esta perspectiva, la democratización del partido no se agota con la celebración de elecciones para la dirigencia o para las nominaciones a los cargos de representación popular. Implica también el establecimiento de mecanismos internos de consulta y rendición de cuentas a las bases, mecanismos que deben caracterizarse por ser institucionales y formales, ajenos a prácticas no reglamentadas de discusión y debate que dificulten la construcción de acuerdos y que minen los sustentos de la gobernabilidad del partido, se establezcan normas consensuales más claras de convivencia y definición de políticas institucionales para  las nominaciones de actores externos y consolidación de   alianzas estratégicas.

Espero sincera y fraternalmente que todo resulte de maravilla, ante la  Convocatoria al III Congreso Ordinario de MORENA.

Ojala no se cumpla lo que  dijera Shakespeare: El desdichado no tiene otra medicina que la esperanza.

nish76@hotmail.com

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Nicéforo Rodríguez Gaytán

Líder estudiantil. Miembro del PSUM, PMS, PRS y PRD. Estudió de nivel medio, superior y Posgrado en la BUAP. Doctor en Ciencias Políticas UNAM. Profesor investigador, Facultad de Derecho y C.S. BUAP