Los seres humanos estamos inmersos en una sociedad diversa y compleja, es fácil encerrarse en el día a día y sólo hacernos responsables de nuestra vida personal y olvidar el trabajo comunitario.

El cambio de un país se construye con el trabajo de todos. Autoridades en todos sus niveles de gobierno y cada uno en lo personal, desde nuestra trinchera, debemos aportar para mejorarlo.

Irónicamente, en la era del internet y la tecnología, donde la conexión mundial se da en milésimas de segundo, nos hemos vuelto individualistas, cerrados, dejando de lado el diálogo y la construcción de un proyecto incluyente a partir de aquello que nos une.

A pesar de las diferencias e intereses personales, existen grandes temas que nos competen a todos, como el cuidado del medio ambiente.

Estoy convencido de que Puebla debe apostar por ser una de las entidades que encabece el diseño de políticas públicas transversales, que respondan a un mundo más sustentable.

La economía circular es un nuevo modelo, enfocado en la producción y gestión de bienes y recursos bajo un sistema de aprovechamiento, donde se premia la reducción de elementos, es decir, se minimiza la producción a lo indispensable y se reutilizan los productos.

Trabaja sobre ciertos principios: el residuo, se convierte en recurso para que todos los materiales biodegradables puedan regresar a la naturaleza sin dañarla; el reciclaje, utilizando los materiales que ya se encuentran en los residuos; la reparación, con el objetivo de encontrar una segunda utilización en los productos; la valoración, para aprovechar al máximo los residuos que por su naturaleza no se puedan reciclar.

El modelo apuesta por la eco-concepción, para que las empresas al crear sus productos valoren los impactos ambientales y, de inicio, sean considerados reciclables.

Con la ecología industrial y territorial se busca que establecimientos como hoteles y empresas tengan un modo de organización industrial en un mismo territorio, que optimice los flujos de energía, servicios y materiales.

En este sentido, Puebla debe ser un estado que apueste por la utilización de energía a través de fuentes renovables, que paulatinamente elimine el uso de combustibles fósiles, ante la realidad del sistema lineal de extracción y fabricación de productos naturales, el cual está llegando a sus límites ante el agotamiento de los recursos.

En un mundo de cambios, debemos ser paradigmáticos y la economía circular es disruptiva, va más allá del reduce, reúsa  y recicla; se basa en el eco-diseño de productos. Debemos sumar esfuerzos y construir un mejor mundo para las próximas generaciones.