¿Con cuántos votos ganará MORENA la gubernatura?

  • Nicéforo Rodríguez Gaytán
Con crisis y divisiones internas los partidos enfrentaran una campaña electoral

Pasado el proceso de precampañas rumbo a la elección extraordinaria del 2 de junio del presente año, formalmente se iniciara la campaña electoral con el conjunto de  reglas electorales vigentes, que deberán garantizar que la elección a Gobernador del Estado de Puebla por el periodo 2019-2024 sea imparcial, justa, equitativa, limpia, transparente, legal y legítima.  Las instituciones político electorales y gobierno interino se juegan su credibilidad y confianza frente a  la ciudadanía o su desprestigio y deslegitimación.

Con crisis y divisiones  internas los partidos enfrentaran una campaña electoral sin “mega coaliciones”, que en el pasado garantizaban triunfos abrumadores del morenovallismo. La competitividad electoral se aleja de una elección de “tercios” o “bipartidista” entre las principales fuerzas políticas que se enfrentaran en campaña MORENA- PAN- PRI y sus aliados simbólicos.

Los estudios demoscópicos otorgan preferencias  significativas a “la marca” MORENA para erigirse como fuerza ganadora en la elección, quedando en disputa el segundo lugar entre el PAN-PRI. La competencia real será entre quien de estos dos partidos se va a un deshonroso tercer lugar por el número de votos obtenidos.

Los candidatos de las tres fuerzas políticas principales en esta competencia, emergidos de procesos internos nada tersos, llevan a cuestas un hecho en común: no fueron las bases internas de estos partidos quienes definieron el candidato, fueron las dirigencias nacionales quienes por diferentes mecanismos y criterios determinaron a su competidor, poniendo en evidencia la crisis interna que mantienen los partidos políticos y cuestionamientos serios a su vida institucionalizada, democracia interna y legitimidad de origen de sus candidatos. A ello habrá que sumarle otro hecho significativo la ausencia de liderazgos carismáticos que no podrán subsanar aun con sus méritos y atributos académicos, profesionales, experiencia en la representación política y administración pública.

Por los tiempos limitados de campaña para recorrer los 217 municipios, los distritos electorales locales, las 7,19 o 31 regiones económicas, aun mas,  por lo menos los 50 municipios que concentran el mayor número de electores en las listas nominales de la elección anterior  y por la  atención nacional del proceso de elección extraordinaria las instituciones electorales y diferentes niveles de gobierno, incluyendo la Presidencia de la República,  tendrán que asumir con gran responsabilidad su imparcialidad, equidad, transparencia en la contienda electoral y castigar ejemplarmente a quien cometa delitos electorales a favor de cualquier candidato.

Será la primera elección del gobierno de AMLO, la legalidad y legitimidad del ganador será “la prueba de fuego”,   “la prueba acida”, para ver de qué forja y temple esta hecho AMLO como líder moral e icono emblemático contra los fraudes electorales que el sufrió en “carne propia” por las prácticas corruptas del denominado “viejo régimen”.

En este contexto es de esperarse una campaña mediática intensa de posicionamiento de   los candidatos del PRI-PAN, para contrarrestar el camino recorrido por el candidato de MORENA, Luis Miguel Barbosa Huerta, en consecuencia la “campaña negra o de lodo” en su contra estará presente en Redes Sociales, panfletos, entrevistas, bardas, etcétera.

Otro asunto es el trabajo de las “estructuras de movilización”, para el día de la elección, donde MORENA y sus “aliados” naturales y por conveniencia,  deberán demostrar su efectividad para obtener una gran cantidad de votos.

La cantidad de votos, este es el principal problema de la campaña para los candidatos, estructuras, alianzas, propuestas, discurso, mensaje, carisma, recursos económicos y su fiscalización.

El primer gran reto para MORENA y su candidato  Luis Miguel Barbosa Huerta, es alcanzar los  1 031 043 votos que obtuvo en la elección de 2018.

El segundo gran desafío para el equipo y aliados de Morena  y su candidato es como superar  la votación obtenida por Rafael Moreno Valle de 1 111 318 votos y el   millón 153 mil votos de Martha Erika Alonso Hidalgo.

Para el candidato del PRI, Alberto Jiménez Merino, “por lo menos” deberá alcanzar  los 883 285 del candidato perdedor del PRI en el año 2010, Javier López Zavala o en el “peor de los casos” superar los 554 mil 767 obtenidos por el también candidato perdedor  del PRI a la gubernatura, Enrique Doger Guerrero.

Para el académico Enrique Cárdenas Sánchez, sin una “coalición ganadora”, sin menosprecio alguno a su capacidad, méritos profesionales,  como candidato “ajeno” del PAN y sus aliados, deberá superar los votos del “líder moral” del PAN Francisco Fraile (a) el “pastor” que obtuvo en el 2004 como candidato a gobernador 642 519 votos o rebasar al “carismático” Tony Gali que gano la gubernatura en 2016, con la cantidad de 869 878 votos. De “manera milagrosa” superar la votación obtenida en diferentes momentos por Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso Hidalgo.

Por las características de la elección extraordinaria, no se vislumbra una campaña de alta competitividad y polarización electoral que atraiga masivamente a las urnas a  ciudadanos y ello permita que el próximo gobernador gane la jornada electoral con más de un millón de votos.

De manera simplista, lo importante es ganar aun con el menor número de votos que dejaron como tope los morenovallistas, que en paz descansen, porque muertos están.

Como dijera la periodista Nicaragüense, Violeta Chamorro… “La reconciliación es más bella que la victoria”.

nish76@hotmail.com

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Nicéforo Rodríguez Gaytán

Líder estudiantil. Miembro del PSUM, PMS, PRS y PRD. Estudió de nivel medio, superior y Posgrado en la BUAP. Doctor en Ciencias Políticas UNAM. Profesor investigador, Facultad de Derecho y C.S. BUAP