Mujer contra Mujer

  • Elmer Ancona Dorantes
Balazo o Cintillo que se sugiere

Dos mujeres guerreras se enfrentan en la Arena Puebla donde darán todo en la pelea.

Como diría nuestro querido “Tin Tan”, ahora sí se van a armar los guamazos (catorrazos, golpes, zancadillas, tamborazos) en el estado de Puebla, con dos mujeres guerreras dentro de un majestuoso ring político. Mujer contra Mujer.

Para algunos atrevidos, se avecina un choque de locomotoras entre dos personalidades, dos estilos diametralmente opuestos, que no cederán ni un ápice a sus respectivos proyectos de gobierno: uno municipal y otro estatal. Los recursos y las apuestas estarán de por medio.

Como en las luchas libres, los espectadores podrán deleitarse con los choques más sofisticados entre máscara contra cabellera, entre ruda contra técnica, en un cuadrilátero en el que se podrá ver de todo, desde las “llaves” más extraordinarias hasta las “palancas” y “quebradoras” más sanguinarias.

“Tapatías”, “Crucetas”, “Leonesas”, “Gorys”, “Swásticas”, “Norteñas”, “Cerrajeras”, “Cruzadas”, “Ringuinas, “Alejandrinas”, “Cavernarias”, “Tirabuzones”, “Carretas”, “Trituradoras”, “Cangrejas”, “Zacatecanas”, “Mecedoras”, “Corbatas”, “Nudos”, “Pulpos” y hasta “Parvovirus” saldrán al quite. Nadie podrá salvarse.

Claudia “La Mística” (arcana y misteriosa), comenzó con los clásicos empujones, al hablar -de manera institucional, con todo y bandera nacional-, de agravios, autoritarismo y falta de respeto.

“No se estuvo a la altura de las exigencias democráticas”; “se negaron a tomar una decisión histórica que diera certeza a la vida pública del Estado de Puebla”; “la mayoría de los poblanos nos sentimos profundamente agraviados porque la voluntad general no fue respetada” (…)

“Es imposible no externar mi decepción ante la falta de certidumbre que nos ha dividido”; “anticipo que seremos defensores de la autonomía municipal”; “no permitiremos que nunca más se intente establecer un Régimen Autoritario”; “nuestra exigencia sigue vigente” (…)

¡Válgame Dios! No sabe ni con quién se mete; quitarle la cabellera a su contrincante –porque lo será- le va a costar un tanto y dos montones. Así han sobrevivido ocho largos años.

Martha Erika “La esposa de Demon”, se fue mucho más arriba e hizo un llamado a tender puentes y establecer diálogo para trabajar en “equipo”. Quiere un trocito de cielo sin salir del infierno.

“Hago un nuevo llamado de unidad”; “reitero el compromiso de trabajar de la mano con el Gobierno Federal”; “espero haya la voluntad de trabajar de manera conjunta”; “espero haya voluntad de trabajar en equipo por las causas justas” (…)

“Me parecen bastante irresponsables los comentarios”;  “los invito a que presenten pruebas ante las instancias correspondientes”; “es una mentira más”; “que tengan la madurez política para trabajar en favor de Puebla” (…)

La feroz contrincante, investida de técnica y de tecnicismos, con demasiadas tablas por haber convivido con el mismísimo diablo en lo más profundo de los avernos, está segura de seguir ganando batallas.

“La Sombra”, aunque se sabe vulnerable, inexperta, una infanta política ante perversos maquiavelos, se siente tranquila, respaldada por su esplendoroso entrenador. Y muy al estilo de Rubén Olivares el “Púas”, no deja de expresar: “Todo se lo debo a mi AMLOmanager”.

Cuenta con “sparrings” muy, pero muy débiles, que no la entrenan bien, que no le dan coaching profesional, que la dejan solas cuando más golpes recibe de sus contrincantes ¡pero ha sobrevivido a los primeros rounds!

“La esposa de Demon” también se siente plenamente confiada porque sabe que su “MOREmanager” sabe de tácticas y estrategias, y quizá un poco de magia negra, lo que le ha permitido mantener el cinturón de oro.

Así las cosas en la Arena Puebla, donde lo mejor –o lo peor- está por venir; los “rudos” ya dijeron que no pondrán un pie en estas tierras para ir marcando distancia, para mostrar músculo, para demostrar quién manda.

Lo único que nos queda como espectadores es estar atentos a las caídas, a los golpes sobre la lona para saber quién gana y quién pierde todo. Así es la lucha libre.

Por estar tan sucia esta batalla –simple óptica ciudadana-, no nos queda más que divertirnos lo más que se pueda y - por qué no-, lanzar una que otra mentada de madre cuando se metan con nuestra gladiadora predilecta. Máscara contra cabellera. Ruda contra Técnica. Mujer contra Mujer.

elmerancona@hotmail.com

@elmerando

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y maestro en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto de Administración Pública (IAP) y maestrante en Ciencias Políticas por la UNAM. Catedrático. Ha escrito en diversos medios como Reforma, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.