Universidades públicas de Argentina: de te fabula narratur

  • Miguel Ángel Rodríguez
Sin ellas se excluye a los más pobres: indígenas y afrodescendientes.

En el transcurso de la semana María Laura Diez, una de las estudiosas más rigurosas de la relación entre la educación y la migración transnacional de indígenas bolivianos a Buenos Aires, cuyos intereses se concentran en alumbrar los complejos y dolorosos procesos migratorios de las familias indígenas bolivianas, y, en particular, de observar cómo las niñas y niños son concebidos y recibidos por el sistema escolar de la entrañable Buenos Aires, Argentina, compartió conmigo un mensaje breve, pero conmovedor, en defensa de la universidad pública y gratuita.

No sólo lo comparto con las entendederas sino con el corazón, pues es un atentado más de la barbarie del dominio tecnotrónico contra la humanidad.

"Soy María Laura Diez, estudié la licenciatura en Ciencias Antropológicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, y gracias a una beca de la UBA, después pude cursar el doctorado en Antropología. Soy docente de la misma universidad
Estudié, y sigo formándome, porque la Universidad es pública y gratuita. Mis dos hijos mayores son actualmente estudiantes de la UBA, quiero que ellos y el más pequeño, quiero que tus hijos tengan las mismas posibilidades que tuve. Hoy eso está en peligro, 57 universidades del país no comenzaron las clases por falta de presupuesto. La desfinanciación que comenzó hace ya dos años y medio, sigue en marcha.
¡Yo banco la lucha docente!

“Defendamos nuestras Universidades Nacionales, la Educación no es un privilegio, ni un negocio, es un derecho. Rompamos con el cerco y con el circo mediático."

La voz de Laura es potente, franca, desafiante, es una voz que resiste y da la cara, es coraje, es la digna rabia y se contagia.

En los últimos cuatro años tuve la fortuna de compartir con María Laura en tres diferentes foros dedicados al tema de la educación, la etnografía y la migración. El primero fue el Foro Latinoamericano de Educación Intercultural, Migración y Vida Escolar realizado aquí, en Puebla; el segundo fue un encuentro binacional en El Paso,Texas, y Ciudad Juárez y, finalmente, hace tres meses, en Barcelona.

Siempre me sorprende la capacidad teórica e interpretativa de María Laura, quien, junto a Carolina Hecht, Gabriela Novaro y algunas otras investigadoras de la UBA, conforman un núcleo consolidado no diré solo de educación sino de pensamiento intercultural.
Por lo mucho que hemos aprendido de sus investigaciones no podemos menos que estar profundamente consternados, pues, como en tantas otras áreas de las humanidades, las universidades argentinas han sido un venero de reflexión libertaria para la América Latina.
Cómo olvidar, por ejemplo, la primera traducción de El Capital al castellano o, mejor aún, la traducción crítica editada por Siglo XXI editores, obra colectiva de escritores argentinos que mi bella Sandrita me regaló, con mucho esfuerzo, durante nuestra primera luna de miel en la romántica Xalapa.

Una parte del Capital, por cierto, lo cursé en la Universidad Veracruzana con un exilado argentino maravilloso, cuyo profundo conocimiento de la obra de Carlos Marx solo era comparable con la humildad de su vida. Su nombre es Anibal Zottele y... podría continuar una lista de agradecimientos a colegas argentinas y argentinos por la voluntad de saber y, quizá más importante, por la voluntad de resistir. Quiero terminar diciendo una obviedad a estas alturas y es que las oscuras noticias de las universidades públicas argentinas son la predicción de lo que podría ocurrir muy pronto con las mexicanas, pues, en estos momentos, más de 10 no tienen ingresos suficientes para sobrevivir y eso que sus doradas tecnoburocracias ya limitaron al mínimo la matrícula.

En otras palabras expuesto, después de clausurar las puertas, las oportunidades de vida, como en todas las universidades públicas de México ocurre, a millones de jóvenes pobres, la mayoría de ellos indígenas y afrodescendientes.

En este tiempo de supremacías raciales e investigaciones genéticas sobre la raza y la etnia, absolutamente xenófobas, querida María Laura, vuelvo los ojos a Girondo para concluir con él que estamos, face to face, frente a la baba neoliberal:

¡Sí! Es su baba...
lo que herrumbra las horas,
lo que pervierte el aire,
el papel,
los metales:
lo que infecta el cansancio.
los ojos,
la inocencia,
con sus vermes de asco,
con sus virus de hastío,
de idiotez,
de ceguera,
de mezquinidad,
de muerte.

Un abrazo enorme con toda mi admiración y solidaridad.

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Miguel Ángel Rodríguez

Doctor en Ciencia Política y fundador de la Maestría en Ciencias Políticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Investigador y filósofo político. Organizador del Foro Latinoamericano de Educación Intercultural, Migración y Vida Escolar, espacio de intercambio y revisión del fenómeno migratorio.