Bartolo (y su mamá también)

  • Brahim Zamora
Hacia la segunda mitad del XIX era común escuchar letras procaces, léperas, de tango

En sus inicios, como en los inicios de todo, el tango era aún una masa aún no muy ligada a la que los ingredientes se le notaban mucho aún desde otros lados: los ritmos de los que abrevó, los instrumentos y las letras que poco a poco fueron llegando a ocuparse un lugar en las canciones.

Hacia la segunda mitad del XIX era común escuchar letras procaces, léperas, de tango. Doble sentido y mucha picardía. Contenidos altamente sexuales que se expresaban de diferentes maneras, por ejemplo: “La Clavada”, “Sacudime la persiana”, “Siete pulgadas”, la famosísima “La concha de la lora” y claro, la aún vigente “Concha sucia” que cambió su nombre por el adecentado “Cara sucia”.

Sin embargo, hay uno en particular que presenta cosas curiosas, primero, por ser uno de los tangos (o prototangos) más viejos conservados en un registro de audio y, segundo, porque la flauta de Bartolo, su protagonista, se hizo famosísima en toda América Latina.

El tango “Bartolo” ha tenido muchas variaciones musicales y letrísticas, aún hoy se discute su autoría e incluso el género al que pertenece, pero trasciende y es pertinente hoy, porque es un tango que no habla de otra cosa que de la masturbación.

Bartolo tenía una flauta

con un agujerito solo

y su mamá le decía

¡dejá la flauta, Bartolo!

Esta estrofa es la única que se ha ido conservando en el tiempo y es bastante explícita. En algunas versiones Bartolo se quiere casar, en otras, la mamá le invita a que mejor no deje la flauta dadas sus desatadas pasiones, como es el caso de la versión de Diego Munilla de 1905 que agrego al final del artículo.

La masturbación. Esa idea, esa palabra, que nos remite si venimos de una formación religiosa, al pecado de Onán, pero también a un tabú, a un hecho incómodo, a una cosquilla desagradable en la conciencia de mujeres y hombres.

Pero es una práctica cotidiana, no sólo eso, es necesaria. O al menos las disciplinas dedicadas al estudio de la sexualidad humana así nos lo refieren (escríbeme a twitter para enviarte referencias serias).

Es una práctica, también llena de mitos. Que si los consabidos pelos en la mano, que si la misma mano se va a secar, que si el niñito Dios llora cada vez que lo haces, que si te vas a volver adicto, enfermo o loco por no dejar la flauta de Bartolo. (Acotaré, la masturbación en exceso, es decir, que implica dejar la vida cotidiana o las normas sociales de lado puede ser un síntoma de alguna patología, pero no hay que confundir la gimnasia con la magnesia).

Y esas ideas norman, crían, educan. Esa es la desgracia de la educación sexual en nuestro país de Bartolos y sus mamás. Aún hoy, casi al finalizar el primer cuarto del siglo XXI tenemos que seguir discutiendo los contenidos de los tangos del siglo XIX. Me explico: hace unos días el Frente Nacional por la Familia, en Puebla y la Unión Nacional de Padres de Familia, ambas agrupaciones conservadoras, adalides de la ignorancia y la oscuridad, apologistas del odio disfrazado de la frase “estudios científicos dicen…”, han dado el grito en el cielo porque los libros de la SEP hablan de masturbación desde una mirada desprejuiciada, libre, informada y científica. Es decir, claramente y libre de miedos y culpas.

Yo no sé cómo les habrá ido a esas señoras y señores en su infancia y adolescencia con sus sueños húmedos, con sus madres espiándoles y tocándoles la puerta del baño para que no se tardaran más de lo necesario, con papá obligándolos a dormir con la puerta abierta.

Con la culpa a tope en sus pequeños cuerpos, sonrojados, confesando ante un adulto, en desigualdad de circunstancias, contenido en lo sexual (el señor cura), el terrible pecado de sentir su cuerpo con placer y descubrir sus posibilidades. Un cura que, en una de esas, abusó de ellos, aprovechándose de la terrible culpa.

Yo no sé cómo habrán hablado y resuelto el tema cuando no había internet con tanta basura y certezas mezcladas, en la soledad de su propia adolescencia.

Y no me importa. Lo que me parece tristísimo es que pretendan imponerles esa mierda a sus propios hijos y los de las personas que no conocen.

Que un libro de texto hable claramente sobre el placer de tocarse, sobre la circunstancias y condiciones para hacerlo puede ser la diferencia entre hacerlo con angustia o con culpa, porque de que Bartolo tocará la flauta, la tocará. Porque Bartolo como ustedes, como yo, es humano. Y todo de lo que los humanos somos capaces, es parte de nuestra naturaleza.

La educación integral en sexualidad salva vidas. La educación basada en conocimiento científico, la educación como un derecho que el Estado debe garantizarnos, salva vidas. La educación laica y pública, salva vidas.

Y no es sólo hablar de la muerte frente a la vida; salva a las chicas y los chicos de un embarazo temprano y de alto riesgo, salva los proyectos de vida, nos salva de horas de terapia, nos permite huir de relaciones tóxicas y violentas, nos permite a los varones aprender a relacionarnos de maneras productivas con otros hombres y con las mujeres. Y eso salva vidas.

Puebla es la ciudad con la tasa más alta de embarazos en adolescentes. Puebla es uno de los estados con más denuncias por trata de personas enganchadas por padrotes que enamoran a sus víctimas. Puebla es el tercer estado de donde más abortan mujeres legalmente en la Ciudad de México. Puebla es el estado con la mayor prevalencia de discriminación, el segundo en feminicidios… y puedo seguir con las cifras emocionantes de los últimos gobiernos conservadores de la entidad.

¿Hablar correctamente de la masturbación en el aula resuelve estos problemas? No, fuera de contexto. Pero hablar abiertamente de la sexualidad humana, de todas sus dimensiones, incluida la del placer, incorporar políticas incluyentes y la perspectiva de género en el sistema educativo, sí que lo hacen.

Tenemos que hablar de lo que pasa en la realidad, en el mundo real. Porque es en la realidad donde la libertad de decidir y el derecho a saber y saberse se deben ejercer.

Milongueros

Para el día 24 de agosto el Odesyr AC invita a la milonga y espectáculo argentino Tango. Un punto Cardinal.
Preventa de boletos: 150 hasta el 12 de agosto, del 12 al 20 de agosto, 180; del 21 al día del evento 200. Los fondos recaudados serán a beneficio de los proyectos de la organización.

Informes: 3799291, odesyr@odesyr.org, Facebook: @odesyr. Habrá clase gratis previa para quienes compren boleto.

El tango:

Bartolo (circa, 1890)

grabado en 1905 por Diego Munilla

Música atribuida a: Francisco Hargreaves

Lo escuchas aquí: https://www.youtube.com/watch?v=FNArkeHpPJw

@elinterno16

Opinion para Interiores: