El 6 de noviembre de 2017, en Zacatecas, el aún candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, expuso ante sus múltiples seguidores que los mexicanos “no debemos aspirar a vivir en una dictadura, sino en una democracia”.

Al ofrecer su apoyo a algunos líderes sociales perseguidos injustamente por expresar sus ideas contrarias al régimen, advirtió que durante su mandato eso terminaría, porque la libertad de disentir es uno de los valores más apreciados por el ser humano.

“Se debe garantizar el derecho a disentir, la libertad de expresión, de manifestación, de expresión de las ideas; no aspiramos a vivir en un país autoritario, no aspiramos a vivir en una dictadura, queremos vivir en una democracia; por eso nuestro apoyo a todos los dirigentes que están siendo perseguidos injustamente; todo nuestro apoyo, nuestra solidaridad”, dijo el hoy Presidente Electo.

Este, a mi parecer, es uno de los discursos más razonables y emotivos que ha pronunciado López Obrador, por hacer énfasis en uno de los valores sustanciales y elementales del ser humano: el de la Libertad.

Bien haremos en recordar, autoridades y ciudadanos, gobernantes y gobernados, las hermosas palabras que Miguel de Cervantes Saavedra dejó plasmadas en su histórica obra, Don Quijote de la Mancha, al referirse a este valor:

“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”.

Andrés Manuel López Obrador, el hoy Presidente Electo, debe saber que en la lucha de estos valores podemos y debemos caminar juntos; que los periodistas y comunicadores de México pueden trabajar de manera profesional para fortalecer la democracia y alentar la Libertad de Expresión en todos los rincones del país.

Estoy convencido de que quienes se dedican a la difusión de noticias y a la emisión de opiniones, todos los que se entregan a diario en la construcción de un renovado periodismo, están dispuestos a trabajar junto con las autoridades electas democráticamente para defender e impulsar la Libre Manifestación de las Ideas.

En esta titánica tarea en defensa de las libertades, los profesionales de la comunicación están obligados a cimentar los valores políticos y las leyes emanadas de los Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) que buscan el bienestar de los mexicanos.

En la defensa de la Libertad de Expresión y la Libre Manifestación de las Ideas los ciudadanos y los gobernantes de todas las connotaciones políticas, sin excepción, están obligados a poner de su parte.

Los periodistas y comunicadores, como siempre lo han hecho, deberán ser los portavoces de las buenas noticias para México; deberán contribuir a difundir los mensajes de paz, de solidaridad, de Bien Común para todos los estratos sociales, sin distingos.

Y las autoridades federales, estatales y municipales, por su parte, deberán recordar que sin medios de comunicación críticos, libres y autónomos, sin pluralidad de ideas y proyectos, difícilmente podrán construir una nación próspera, progresista y democrática.

Sólo caminando juntos -autoridades y comunicadores críticos-, se podrá consolidar una nación de progreso y pleno desarrollo; es la única forma de vivir en democracia, de vivir en libertad. Aún más, de vivir en paz, por todo lo que la crítica y la verdad significan.

@elmerando

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