No sé cómo matar mi incertidumbre

las dudas que devoran y el rencor;

que horrible es ver las cosas más azules

ceñirse un velo gris de ayer a hoy…

… Escribió en su tango Mi incertidumbre de 1957 el discreto poeta Eugenio Majul. Tango que he elegido para hablar de esa sensación que recorre a Puebla desde el domingo primero de mes.

Hablamos, conversamos. En la miscelánea de la cuadra, con el chofer de Uber, con la vecina, entre amigos, en la milonga, en el medio tiempo de los partidos del mundial, en las celebraciones recientes, a la hora de la comida y durante la sobremesa… de un mismo tema: la elección para el gobierno de Puebla.

Y no se trata de replicar lo que bots y medios cómodos al morenovallismo repiten y hashtagean incasablemente, encabezados por los neopanistas y panistas beneficiados del régimen local; se trata justo de lo contrario, del desasosiego de encontrarnos sin la certeza de saber qué pasó y por lo tanto, qué pasará.

Es evidente que la autoridad electoral no le representa a nadie con dos dedos de frente, ninguna garantía de nada, es decir ninguna representación de eso que debería ser: la autoridad. Está disminuida al capricho y los tiempos de quienes la colocaron ahí y le mandan su quehacer; que si hay que entregar el acta de mayoría, hay que hacerlo a pesar de las inconsistencias. Que si hay que salvar al menos a dos minipartidos aliados de perder su registro aunque nos tardemos 48 horas más del tiempo legal, pues sin problema. Que los números no cuadran para nada y se nota la burda costura del truco, pues que lo resuelvan las instancias federales.

Más allá de las opiniones, las emociones. La incertidumbre.

Esa sensación que recorre al país, que desde sus medios de opinión está discutiendo otras cosas derivadas del ejemplar proceso, como la discriminación, el clasismo, las nuevas propuestas de López Obrador, los dineros, las agendas y reuniones, en Puebla no nos ha llegado del todo. Tenemos un pie en el futuro inmediato de la nación y otro en el pasado atávico de las peores prácticas políticas que buscan imponer ilegítimamente a una candidata que tendrá un margen mínimo de diálogo, dada la condición en que pretende arrebatar el poder. Como si Puebla se hubiese quedado dos sexenios atrás, y así es, desafortunadamente. Esa sensación de tirar para adelante en nuestro estado es pura incertidumbre.

Ahogué

mi rabia y mi dolor,

maté a mi corazón

y sola la dejé

con su silencio duro y gris…

Aunque el tango Mi incertidumbre evidentemente tiene una lírica sobre el rompimiento y el abandono amorosos, me parece que los dos fragmentos que he elegido para acompañar mi opinión de hoy se pueden vincular con esta emoción que se percibe en la vida cotidiana poblana, no son los restaurantes donde los opinadores profesionales y los políticos se encuentran o en las borracheras de los tipos del poder, sino justo en el transcurso de cualquier persona a su casa, su trabajo, su entretenimiento. Y esta incertidumbre también es una buena señal, al final del día: superamos la indolencia. Podremos movernos hacia la indignación fácilmente.

Y es que esa es una característica del tango, dadas las condiciones políticas, según la época, hablando de amor se hablaba de política, hablando de emociones personales, se referían a las colectivas. No por nada lleva el mote de “música ciudadana”, que si bien se refiere a la hecha en las ciudades y no en el campo, tiene mucho de lo que socialmente ocurre en las ciudades frente a las cosas públicas.

¿Cuál debiera ser la solución? Coincido con muchas voces más avispadas que la mía: la anulación y que los partidos tengan la mínima decencia de presentarnos propuestas a la altura de las circunstancias. El fin de la incertidumbre.

Milongueros

Y no tan milongueros, en Puebla el movimiento tanguero va tomando fuerza, esta semana hay dos milongas, dos (se trata del baile social del tango). Si no sabe bailar, acérquese a ver bailar, oír buenos tangos y tomar un trago.

Hoy jueves 12 (como cada segundo jueves de mes) la Milonga Breve en el Breve Espacio, 7 Norte 8, Centro. Desde las 8:30 PM muscializa César Ricardo. La clase multinivel es a las 7 PM. Cover: clase y milonga 80 pesos. Sólo milonga: Público en general: 30 pesos. Milongueros: 60 pesos.

Sábado 14 Aniversario de la milonga La Andariega, con tres musicalizadores: Papusa (Puebla), Batuque (Puebla) y César Ricardo (Colombia). 7 PM (será larga) Mazomachete, 9 Oriente 6, Centro. Cooperación: 50 pesos.

El tango de hoy:

Mi incertidumbre (1957)

Letra: Eugenio Majul

Música: Hugo Gutiérrez

Lo escuchas aquí:

https://www.youtube.com/watch?v=KuGp49CNT3s

@elinterno16