Miguel Ángel Osorio Chong es, en buena medida, el responsable del naufragio que vive el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y que tiene a su candidato presidencial, José Antonio Meade, peleando con Ricardo Anaya un muy lejano segundo lugar en las intenciones del voto. Quien fuera responsable por más de cinco años de la política interior del gobierno federal, estuvo muy por debajo de las necesidades del país y de las capacidades de la persona responsable de las relaciones políticas indispensables para garantizar una adecuada gobernabilidad democrática.

En este sexenio, la Secretaría de Gobernación, bajo la conducción de Osorio Chong, tuvo el poder para ser una supersecretaría y terminó siendo un elefante blanco. Desde el primer momento concentró, además de sus funciones respectivas en la política interior, las relativas a la seguridad pública, una de las causas de la crisis de inseguridad y violencia que campean impunemente. Precisamente por esa concentración de poder se le escapó el Chapo Guzmán, sin que el titular del  ramo, es decir, él, asumiera esta responsabilidad. Todos sabemos hasta dónde llegó el fincamiento de responsabilidades en la línea de mando. Las negociaciones importantes para el gobierno nunca ocurrieron en la calle de Bucareli, ni fueron conducidas por el secretario de Gobernación. Los hombres de la confianza del Presidente todos los conocemos: Luis Videgaray, Aurelio Nuño y José Antonio Meade.

Al entonces secretario de Gobernación siempre le interesó más la disputa por la candidatura presidencial que desempeñar adecuadamente sus funciones de responsable de la política interior. Uno de los elementos que precisamente descuidó es la seguridad y particularmente, la atención a los feminicidios, que durante el gobierno del presidente Peña aumentaron de manera exponencial. Ahora, es candidato a ocupar un escaño en la siguiente Legislatura, sin que exista un análisis de lo que fue su desempeño como uno de los principales servidores públicos de la actual administración.

El ex secretario de Gobernación y ahora candidato a senador es un cínico al venir a Puebla y referirse a la ola de feminicidios que padece nuestro estado, tratando la alerta de género como un problema administrativo. Esta respuesta exhibe de cuerpo entero a Osorio Chong, pone en evidencia su insensibilidad y aporta un dato revelador de la manera en que condujo la política interna de nuestro país. Sus afirmaciones de que existe una prealerta y después una alerta de género carecen de sentido. ¿Cuántas mujeres tienen que ser asesinadas para que en los criterios del ex secretario de Gobernación una prealerta se convierta en una alerta?

La verdad es que en Puebla no se declaró alerta de género por un arreglo político entre Moreno Valle y Osorio Chong. Lamentablemente, la SEGOB fue la tapadera de todos los abusos y autoritarismos que se cometieron durante el gobierno de Moreno Valle y aún ahora lo está protegiendo al venir a nuestro estado y hablar de esa forma. Reitero la necesidad de que en Puebla se declare la alerta de género. Pido al señor Osorio Chong que cuando regrese a nuestro estado respete a los familiares de las víctimas de un delito que el gobierno que representa no puedo enfrentar y mucho menos detener, y que de paso, en lugar de venir a defender a su aliado Moreno Valle, visite por lo menos al candidato a gobernador de su partido. XXX TWITTER: @MBarbosaMX