Un mundo al revés

  • Juan Bautista García Casas
Los enredos de los actores políticos. Perspectivas de lo que representan. El caso de la CANACO.

Estoy convencido de que si alguien quisiera hacer un doctorado en cómo hacer política al más puro estilo de Maquiavelo tendría que venir a México; “el fin justifica los medios” nunca estuvo más presente que ahora. ¡Qué lejos quedaron los tiempos en que se luchaba hasta la muerte por la identidad, ya sea de familia, religión, ideología, partido político, etc.!

 

Hoy nos podemos encontrar al hijo de Mariano Piña Olaya, como diputado panista y muy cercano a su candidato a la Presidencia de la Republica; a quien no le tocó vivirlo de nuestros lectores, don Mariano, en los ochentas, fue el enemigo más duro del PAN y la ultra- derecha poblana, en general de la clase media, un personaje polémico, pero que él, con el PAN, sería como comparar el agua con el aceite.

 

Siguiendo con estas irracionalidades, vemos al hijo de Luis Donaldo Colosio, en un “Frente por México”, flanqueando a Ricardo Anaya en una rueda de prensa en la que asegura que meterá a la cárcel a Enrique Peña Nieto, en el cual al pobre joven lo usan como botín político. 

 

Ni qué hablar de don Vicente Fox, ahora promotor de José Antonio Meade, sí, el mismo Vicente Fox que sacó al PRI de la Presidencia, ahora clama por su continuidad; para acabar de enredar esto la hija de don Manuel Clouthier, al cual tuve la fortuna de conocer,  fue gran amigo de mi padre, ahora es gran promotora de Andrés Manuel López Obrador; ella se escuda, una y mil veces, en que su padre estaría de acuerdo con ella, nada más alejado de la realidad: Andrés Manuel, desde mi perspectiva, es el PRI más antiguo, al que él perteneció, en los setenta y ochenta. El PRI paternalista, sindicalista, autoritario y que tuvimos que enfrentar los mexicanos en los setenta y que no nos llevaron a ser un México mejor, a este PRI fue al que Maquío combatió, enfrentó y que le costó la muerte en un trágico accidente automovilístico que nunca se esclareció.

 

Ya que entramos al terreno de AMLO, hay que ver a todas las “personalidades” a las que les ha brindado su bendición para incorporarlos a su “proyecto de nación”: Elba Ester Gordillo, Napoleón Gómez Urrutia, Esteban Moctezuma, Poncho Romo; todos y cada uno de ellos han tenido la oportunidad en sus manos de brindarnos un mejor México y no lo han hecho, incluyo a Poncho Romo, porque en su manera de hacer negocios, le ha importado nada quebrar negocios para beneficio personal y no de las familias que dependían de él.  Hoy en día a todos los mueve el mismo ideal: el poder y el dinero. Quien rige su vida por estos principios es altamente corrompible y eso es lo que estamos viviendo, lamentablemente.

 

 

CONCANACO NO SE LIBRA

 

La que no se libra de estos males es la CONCANACO, en lo personal, yo quiero mucho, a la CONCANACO, yo crecí ahí, aún recuerdo con mucho cariño cuando acompañaba a mi papá a la oficina presidencial y, mientras él atendía reuniones, yo me quedaba con Blanquita jugando o leyendo un libro de Asterix; me tocaron sus convenciones, como cuando mi papá, tomó posesión en Mazatlán, presidida por don Miguel de la Madrid; o cuando la dejó en Veracruz,  de la mano de don Carlos Salinas de Gortari.

 

Fueron unos tiempos que recuerdo con nostalgia e, indudablemente, no puedo, no quererla, y con mucha tristeza vi el miércoles el reportaje en Primero Noticias con Carlos Loret y, después, lo leí en su columna de El Universal, las transas que -ahí dice- realizo el presidente (de la CONCANACO) Enrique Solana, al cual hace mal Loret en compararlo con Duarte, porque si se comprueban esos desfalcos, con triangulaciones de dinero, compra de facturas, en pocas palabras, lavado de dinero, para quedarse con esos millones, si se le llega a comprobar todo eso al Ing. Enrique Solana Senties, sería peor que Duarte, Borges y compañía.

 

Como empresario no hay mayor orgullo que representar a tus colegas empresarios, más en un país que el Ejecutivo Federal, siempre nos ha visto como el enemigo; asistir a reuniones con las personas más influyentes de México, con el Presidente de la Republica, alzar la voz por los derechos de los empresarios, ese orgullo no tiene precio, más en un puesto honorífico, que muy pocos tienen el privilegio de estar ahí, es inadmisible que un presidente, se robara esos millones con compra de facturas y empresas falsas; si se le comprueba esto a Solana, sería peor que el peor y más ruin político; les roba la oportunidad a los emprendedores mexicanos de hacer crecer su negocio y como persona la dejaría muy mal parada.

 

Recuerdo con mucho cariño, para concluir, cuando mi padre le pidió a su gran amigo don Alfredo Harp Helú, que viniera a inaugurar una Expo de fabricantes de oro en Puebla; aquella invitación se la hizo mi padre a don Alfredo, en la casa de él, los compañeros de mesa fueron el secretario de educación pública, Ernesto Zedillo, don Claudio X. González, Rolando Vega, todos en compañía de sus esposas.

 

Esas tertulias, esas relaciones no tienen precio, que estos grandes empresarios, aunque tengan un poder económico superior, te vean como su líder, es el pago más grande que pueda existir, y solo alguien muy limitado, haría algo por el estilo de robarse unos millones que para sus colegas son unas migajas; esperemos que se lleguen a las ultimas instancias de ese caso y se aclare lo que tenga que ser aclarado.

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Juan Bautista García Casas

Licenciado en Administración de Empresas UDLAP, con estancia en la Universidad de Buenos Aires. Participa en MOG SELECTIONS MEXICO, empresa productora e importadora de vino de España y Portugal