PAN: no todo lo que brilla es oro

  • Nicéforo Rodríguez Gaytán
El PAN también se ha identificado como una organización con funcionamiento elitista

En colaboraciones anteriores se ha puntualizado que el Partido Acción Nacional (PAN)  por su origen, ha sido caracterizado ideológicamente como un partido conservador, con principios y vinculaciones de índole religioso

No es casual que estudiosos de los partidos políticos en México, le hayan adjudicado en el pasado acciones y protagonismo político con tendencias fascistasy por tanto totalitarias.

El PAN también se ha identificado como una organización con funcionamiento elitista por los instrumentos que establece para la selección de sus militantes y por dar cabida a miembros del sector empresarial, a esto se suma que en su seno, han predominado grupos de interés y familias que como dueños o propietarios del partido deciden de manera facciosa las reglas de funcionamiento de la vida interna del partido e inciden en la toma de decisiones.

En Puebla se ha repetido el modelo de un partido que surge como la  amalgama de iniciativa privada, intereses del clero, profesionistas universitarios, miembros de familias de la clase media y alta. Ha pasado de ser un partido de oposición presencial, simbólica, contestatario y de resistencia cívica a un partido de cuadros que reclutaba  a personalidades de prestigio profesional, social o económico, para erigirse  en un partido profesional electoral sin soporte de estructura territorial en el Estado.

Sus áreas de influencia  estuvieron delimitadas por décadas en centros urbanos como Puebla, Atlixco, Tehuacán y San Martin Texmelucan. La competencia electoral lo convirtió en un partido urbano con escaso fortalecimiento en zonas semiurbanas y rurales. Su lucha por la representación política y ascenso a espacios de poder público se inició en los municipios, siendo la plataforma de impulso para alcanzar diputaciones locales y federales, como preámbulo para ganar la gubernatura, siendo altamente competitivo en su historia reciente con su candidato y “pastor” Francisco Fraile García.

La evolución del PAN en Puebla ha transitado por cuatro momentos o etapas: ser un partido de oposición presencial;  un partido de cuadros contestatario;  de profesional electoral a partido competitivo electoralmente y;  convertirse en una opción alternativa para los electores como un instituto político institucionalizado,  profesional, moderno, competitivo y ganador de elecciones.

En Puebla una característica del PAN, fue su alto grado de institucionalización fincado en el respeto de su normatividad interna, legitimidad de sus órganos colegiados, cuadros políticos con autoridad moral y  una burocracia partidaria profesional, ello garantizo durante décadas que los procesos de renovación de las dirigencias y selección de candidatos a puestos de elección se realizaran sin mayores complicaciones para la vida partidaria con estabilidad.

A partir de este hecho se marca para el PAN,  la etapa de un partido de alta competitividad electoral, una verdadera alternativa para los electores ante el descontento y hartazgo del PRI,  la consecuencia e ironía  de ello han sido las pugnas y division internas, confrontaciones abiertas o soterradas por controlar la estructura partidista, la presidencia del CDE, candidaturas al senado de la república, diputaciones locales y federales, presidencias municipales y regidurías.

En el plano electoral competitivo, pragmáticamente se dieron cuenta que hasta la elección de gobernador del 2004 sus votos no llegaban a más de 650,000,  insuficientes por si solos,  para ganarle al partido predominante  en el estado el Partido Revolucionario Institucional (PRI)

La política de eliminación y exclusión entre las facciones partidarias y familias,  polarizó los ánimos y fobias de los liderazgos locales, obstaculizando la reconciliación y acuerdos  como estrategia para avanzar en la consolidación de un ambiente de unidad y fuerza electoral de alta competitividad para ganar la gubernatura con un militante de cepa panista, es el contexto y su realidad  antes de que Rafael Moreno Valle Rosas (RMV) se apoderara de su estructura y obtuviera el triunfo como ejecutivo del Estado por una coalición encabezada por el PAN.

El PAN poblano a  pesar de la militancia tradicional y ex líderes del  PAN escrupuloso  y doctrinario, se abandonaron  los principios que dieron origen e identidad  a este instituto político, sustituyéndolos  por un pragmatismo utilitario  impuesto por la nueva elite política creada por RMV, que aun controla los recursos económicos, la estructura territorial  y comités directivos…y voluntades compradas.

Es el contexto creado por RMV, en su pretensión  de ser el candidato del PAN a la presidencia de la república, dejar como “encargado del despacho” a Tony Gali, con el objeto de garantizar un proyecto transexenal o  maximato heredado a su esposa, para ser la próxima gobernadora del Estado de Puebla.

RMV, el hombre “extraordinario”, “encantador de serpientes”, imbatible en procesos electorales internos y elecciones constitucionales ha mordido el polvo, escupe hacia el cielo, aun con su “ megacoalicion”, que se presenta ante el electorado poblano como puro ”oro molido”.

El tiempo y circunstancias a la luz de la realidad objetiva, pueden presentarnos un espejismo y encontrar pura “chapa de oro”. Dicho de manera coloquial un proyecto “chafa de rafa”.

nish76@hotmail.com

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Nicéforo Rodríguez Gaytán

Líder estudiantil. Miembro del PSUM, PMS, PRS y PRD. Estudió de nivel medio, superior y Posgrado en la BUAP. Doctor en Ciencias Políticas UNAM. Profesor investigador, Facultad de Derecho y C.S. BUAP