Desde el mes de agosto irrumpió en la política poblana, y de manera un tanto sorpresiva, la activista Paola Migoya.

Algunos medios han escrito reseñas de Paola, pero hasta ahora las notas están mal informadas y sólo plantean dudas sobre su personalidad, así que el texto que Usted lee tiene la finalidad de clarificar brevemente quién es Paola y cómo se vincula con Puebla.

Paola es mujer de muchas facetas: abogada, madre de familia, activista política, fundadora de ONGs, hija, nieta y poblana; será en este último rubro en el que se enfocará la nota para explicar los vínculos de Paola con esta ciudad.

Paola es hija de la finada Emérita (“La Güera”) Migoya; una de las grandes damas de la sociedad poblana de las décadas del 60 y 70.

Para los que recuerden la columna de Nicolás Sánchez Osorio en “El Heraldo de México”, Emérita era retratada frecuentemente en la sección de sociales de aquel periódico, con la novedad de que sus fotografías salían “a colores y en impresión offset” para que “la sociedad” poblana supiera qué hacía “La Güera” Migoya (J.).

 No era injustificado que saliera en “El Heraldo”, después de todo, Emérita era la sobrina del dueño, Gabriel Alarcón Chargoy y Sánchez Osorio estaba consciente del vínculo familiar entre su jefe y los Migoya, pero “La Güera” también brilló con luz propia.

Emérita fue hija de don Perfecto Migoya Valdés y de Emérita Velázquez A’Larruz.

La familia de don Perfecto era originaria de Asturias, y fue prominente dentro de la sociedad, la banca y los textiles poblanos durante el siglo XX. Los Migoya tuvieron dos fábricas  de nombres el Volcán en Atlixco y San Alfonso en Puebla; don Perfecto fue, junto con el padre del “Diablo” Fernández, socio fundador del Banco de Oriente. Un sobrino destacado de don Perfecto es Jesús Migoya Junco, Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla.

Emérita Velázquez —abuela de Paola-- era poblana; miembro de una estirpe de hombres y mujeres hermosos, que son recordados en nuestra ciudad por los buenos matrimonios que lograron algunos de ellos: particularmente sobresalieron, aparte de Emérita, Herminia Velázquez, esposa de Gabriel Alarcón, y Rafaelita Velázquez esposa de Manolo Torroella. Las tres mujeres de belleza frágil y personalidades fuertes figuraron en la sociedad de la Ciudad de México y Puebla entre las décadas del 40 y el 90.

Las raíces genealógicas de las Velázquez se hunden profundamente en tierra poblana, ya que el padre de las hermanas —Arturo-- era del municipio de Libres en Puebla y hay pruebas documentales de la familia en Libres desde el siglo XVIII (ANCESTRY.COM, s.f.)

Emérita Migoya fue hermana de Arturo Migoya y cuñada de Verónica Mastretta. Sus sobrinos son de sobra conocidos en Puebla, y le dejo al lector la tarea de encontrarlos a través de una búsqueda de Google.

Emérita se casó con el almirante español Joaquín Domínguez Aguado, en algún momento comandante de la Base Naval de Rota, España (Joaquín Domínguez Aguado, 2013).

A partir del matrimonio, Emérita decidió llevar a Paola a vivir primero en España y posteriormente a Bélgica, donde Paola obtuvo una certificación en lenguas extranjeras por la Université Libre de Bruxelles.

Hasta ese cambio de domicilio, Paola vivió en el Barrio de Santiago en la 11 poniente 1914; si le suena familiar la dirección, es porque la otrora casa actualmente funge como “Museo UPAEP”.

Fue alumna del ahora extinto “Colegio La Paz”, cuando este fue administrado por Carito Grünemberg.

Paola permaneció en Europa unos años, pero extrañaba México y regresó a principios de la década del 90 a hacer su residencia permanente en Puebla.

Yo la conocí cuando regresó de Bélgica en 1993 e ingresó a la licenciatura de Derecho en la Universidad Iberoamericana Golfo-Centro, como parte de la primera generación de esa carrera que se formó en ese año.

 Entre sus compañeros de leyes destacan Sandra Montalvo Domínguez --Presidenta del ONMPRI en Puebla--, Rodrigo de Unanue Solana --titular de la Notaría número 9 de Puebla--, Cynthia Chanut Esperón —asesora nivel I de la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación--, Martín Macías Pérez —titular de la Notaría número 1 de la demarcación de Hidalgo, Tlaxcala-- y Miguel Ángel Yitani García, expresidente del Centro Mexicano Libanés de Puebla.

1993 fue el año que Yo también la conocí, ya que comencé la carrera de derecho en la Ibero;  debo reconocer que Paola no me cayó bien durante el primer año que nos tratamos. Yo tenía una mala impresión de ella, prejuicio que achaco a las frivolidades de la juventud.

 La comencé a tratar el segundo año de la carrera y desde entonces se construyó un afecto entre ambos. Paola es una mujer interesante, tenaz --se traza metas y las trata de conseguir a toda costa--, es buena conversadora y siempre le da un ángulo interesante a las pláticas que sostiene, es noble de sentimientos y apoya a las personas cuando le es posible. Debo clarificar en esta parte que es amiga y por lo tanto dejo que el lector determine la objetividad de lo escrito hasta ahora.

En la Ibero de Puebla, ganó algunos de los concursos que se organizaban para las fiestas de fin de año entre los compañeros de leyes y obtuvo su título de esa institución (Buho Legal: Consulta de Cédulas, s.f.). Desde su época en la Ibero se involucró en movimientos ecologistas y fue miembro en ese tiempo del Consejo Normativo de Regulación Ambiental y Vicepresidenta del ANAMARBI entre 1997 y 1999.

 Yo le perdí la pista unos años, se casó, tuvo dos hijos y comenzó a trabajar como activista política. Mantuvo su residencia en Puebla y viaja frecuentemente entre la Ciudad de México y Puebla.

Me consta que ser poblana en la Ciudad de México no le granjeó muchas simpatías entre algunas personas, y recuerdo particularmente que su familia política tenía una peculiar manera de hacer sentir incómodos a los poblanos que la íbamos a visitar… ya sabe, querido lector: los poblanos caíamos en el rubro de “Perro, perico y poblano; agárralo con un palito que es animal maldito” en el círculo familiar de su exmarido.

Durante su estancia en la Ciudad de México se relacionó con personajes de la izquierda política como Manuel Camacho Solís y su esposa Mónica Van der Briet; también marchó con Javier Sicilia lo que la impulsó a participar en distintos movimientos y manifestaciones que apoyaban a las clases sociales que solicitan un cambio de la clase política desde hace una década.

Trabajó en la Secretaría de Gobernación, posteriormente en el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República asesorando a legisladores desde hace más de diez años, también como consultora externa de diversos partidos políticos y ahora quiere traer su experiencia de años a la ciudad de Puebla.

Twitter:@Fofi5

Referencias

ANCESTRY.COM. (s.f.). Obtenido de https://www.ancestry.com/family-tree/person/tree/114758547/person/230138090970/facts

Buho Legal: Consulta de Cédulas. (s.f.). Obtenido de ANA PAOLA MIGOYA VELAZQUEZ Cédula No.: 10119183: http://cedula.buholegal.com/10119183/

J., A. (s.f.). Tragicomedia Mexicana I: La vida en México de 1940 a 1970. Ciudad de México: Random House Mondadori.

Joaquín Domínguez Aguado. (2013). A.B.C. Esquelas en Prensa, http://esquelasenprensa.com/2013/10/joaquin-dominguez-aguado/.