Ver, pensar, dialogar

  • Víctor Reynoso
Insuficiencia teórica y académica de los términos "izquierda" y "derecha" para analizar la política.

Las palabras, o más bien las ideas que expresan, sirven para varias cosas: ver, pensar, dialogar. Las palabras de la geometría política, izquierda, derecha, centro, ¿nos sirven para ver con claridad los problemas políticos contemporáneos, para pensarlos más a fondo, para dialogar sobre ellos? ¿O más bien sirven para lo contrario: no ver, no pensar, no dialogar?

No sé qué tantas veces se haya dado una peculiar situación que ilustra la primera función de las ideas. Se discutía un determinado tema, y alguien llamó a “ver las cosas de manera distinta”. Lo notable, es que ese alguien era ciego. ¿Cómo ver de manera distinta, si tú eres ciego, si tú no puedes ver? Obvio, no se refería a vista física, sino al punto de vista que pueden dar determinadas ideas, mientras que otras lo impiden.

Los problemas más relevantes de la humanidad y del país en este siglo, ¿se ven mejor a partir de las ideas de izquierda y derecha? ¿Nos ayudan a entender por qué personajes como Trump o Maduro llegaron al poder y están haciendo lo que están haciendo? ¿O el nuevo lugar de China en el mundo? ¿O las amenazas de Corea del Norte, el Brexit, el triunfo de Macron en Francia, la tragedia Siria, las luchas tribales en África?

Creo que no. Creo que para cada uno de esos problemas necesitamos “anteojos” más finos. Es decir, ideas que nos permitan ver lo que está sucediendo, sus causas, sus consecuencias. Al poder verlos con mayor claridad, podremos pensarlos más a fondo. Y dialogar en forma constructiva.

Nuestros principales problemas en el país (la elección mexicana del 2018, el lamentable desempeño de muchos de nuestros gobernadores, la corrupción escandalosa, la inseguridad pública, la pobreza que no cesa) difícilmente pueden verse y pensarse a partir de las ideas de la geometría política. Tampoco puede esa perspectiva facilitar el diálogo.

A mediados de los ochenta escuché por primera vez la frase “quien niega la distinción izquierda derecha, invariablemente es de derecha”. La escuché de un intelectual priísta, preocupado por los movimientos electorales que apoyaban a candidatos del PAN o afines a ese partido en varios estados (Puebla, San Luis Potosí, Chihuahua, Sonora, Nuevo León...). Una buena frase para impedir el diálogo, sobre todo en México donde “ser de izquierda” es, o era, sinónimo de “ser decente”.

Tiempo después leí la misma en uno de los libros más polémicos de Raymond Aron: El opio de los intelectuales. La frase citada la atribuye Aron a Alain, y la desecha pronto al no tener ningún valor analítico y ser simplemente la “adhesión a un prejuicio”. Pero le sirve de entrada para una aguda crítica al marxismo. Marx escribió que la religión es el opio del pueblo: lo adormece, lo tranquiliza, le impide ver la realidad tal como es. Para Aron (a partir de una frase de Simone Weil) el marxismo tenía el mismo efecto sobre los intelectuales. Ciertos usos del concepto de izquierda caen en lo dicho por Aron: adormecen, tranquilizan, impiden ver la realidad.

Es curiosa la presencia de los términos de la geometría política. Omnipresentes en ciertos discursos políticos, en cierta prensa, están prácticamente ausentes de cualquier texto serio de filosofía o teoría política. Por supuesto será inútil buscarlos antes de 1789: se acuñaron en la revolución francesa. Lo que implica que muchos de los grandes filósofos (Platón, Aristóteles, san Agustín, Maquiavelo, Hobbes, Locke, Rousseau, Voltaire...) pensaron la política sin referencia a las ideas de izquierda y derecha. No las necesitaron para hacer aportes fundamentales a la disciplina.

Pero aun en las últimas décadas será difícil encontrar un texto serio de teoría o filosofía política centrado en esos términos. Pueden ser útiles, en ciertos contextos, para la lucha política. O para tranquilizar la propia conciencia, como apuntó Raymond Aron. Pero no para ver nuestra realidad política, para pensarla a fondo, para comunicarnos en el espacio público y construir las respuestas adecuadas a nuestros problemas.

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Víctor Reynoso

El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.