En la irracionalidad de la soberbia que no admite mirar “abajo” justo para recoger la basura que se acumula en los pies, así parecen actuar quienes en los recientes días hemos escuchado defender esas tesis que rayan en lo absurdo y caen en lo burdo que puede ser defender lo indefendible.
La muerte de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años, herido en la refriega de Chalchihuapan deja sin lugar a dudas un sentimiento de impotencia y coraje.
Hoy me remito a mirar la ausencia de la sociedad, la misma que sólo se deja sentir en las redes sociales, cuya presión no ha sido menor, por el contrario, ha sido valiosa para pedir, exigir el esclarecimiento de los hechos; pero me pregunto, ¿es suficiente?.
Leyendo recientemente un texto del periodista Sergio Mastretta coincidí con la reflexión hecha en sus líneas, y sí, también creo que quien más ha perdido somos todos como sociedad.
La terrible crudeza de un ajedrez de poder exhibe a los alfiles con una ridiculez poco imaginada en un caso tan sensible, donde sin duda, los actores políticos fueron rebasados por los hechos y las circunstancias. La lógica de estos hechos resulta apabullante, cuando se desatan tantas dudas y presuntas pruebas de lo que realmente ocurrió.
La lectura de una treintena de comunicados, la mordaza a medios de comunicación, el pago por versión y los votos de esquiroles no aminora la crisis de credibilidad en la que hoy se haya el gobierno poblano.
La ausencia de los estrategas del poder es más que evidente……no hay control de crisis, y menos de daños que para la magnitud alcanzada por el caso Chalchihuapan resulta arrolladora.
La muerte del niño de 13 años expone los excesos, esos que se otorgan a quienes carentes de preparación y adiestramiento, sólo cumplen “instrucciones” de avanzar y actuar contra “los quejosos”.
Mientras en papel se intenta maquillar y presentar una rimbombante nueva ley que terminó con un mote burdo pero real “Ley Bala”, en los hechos, el retroceso ha sido mayor.
El recuento de daños sin duda no exonerará a quienes intentaron minimizar por todas las vías, hechos de brutalidad que derivó en la muerte de un menor.
Los escenarios del poder son impredecibles, sin embargo, vulnerar libertades, soslayar culpabilidades e imponer caprichos siempre llevan a un debilitamiento que nos hace recordar, que todo poder por fortuna, tiene caducidad.
@rubysoriano rubysoriano@gmail.com http://mediatikos.worpress.com/
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CEO Mediatikos Consulting. Ganadora Napolitan Victory Award como Mujer Influyente de la Comunicación Política 2019. Consultora y Estratega en Comunicación Política, Gubernamental y Campañas Electorales. Periodista y Analista Política en medios digitales