De policías, garrotes y balas de goma

  • Ruby Soriano
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En un país como México, donde los niveles educativos se reflejan en la población y donde los ingresos y salarios siguen siendo insuficientes para el grueso de sus habitantes, difícilmente se puede aspirar a tener cuerpos de seguridad con el adiestramiento y preparación suficiente como para hacer bien el trabajo que les corresponde: Enfrentar a la delincuencia y guardar el orden público en todos los rincones del país.

Una gran parte de los policías en este país, ingresan a las filas de estas corporaciones porque no les quedó de otra, así de tajante y fuerte. Ser policía implica estar mal pagado, mal protegido y encima, arriesgar la vida en una corretiza con ladrones.

La figura de los policías, se ha deteriorado cuando nos enteramos de las terroríficas historias donde éstos elementos que tienen a su cargo la seguridad, no pasan las pruebas de confianza, simple y sencillamente, porque están muy lejos de dar un perfil real que los avale para estar en organizaciones policiacas.

Ante tal incongruencia, resulta gravoso y preocupante, que algunos gobiernos del país, fundamenten sus “nuevas leyes de seguridad y resguardo policiaco” en la decisión que deben tomar los policías a la hora de actuar contra quienes “atenten  el orden público”.

Y es que antes, de reformar y querer aparentar que se tienen policías de primer mundo, urge la capacitación de estas personas, que no tienen la mínima idea de cómo actuar en momentos de crisis.

Vale mencionar que muchos policías han perdido la vida en el cumplimiento de su trabajo; y ha sucedido así, porque no tenían la protección mínima para enfrentar a la delincuencia.

Chalecos antibalas inservibles son lo más socorrido en la muerte de muchos elementos que cayeron en incidentes con la delincuencia.

Los enfrentamientos entre policías e inconformes que se manifiestan por distintas causas, reflejan sólo una cruda y terrible realidad: La falta de sensibilidad de varios gobernantes a los que les interesa sólo la forma sin llegar ni resolver el fondo.

En menos de 15 días, en Puebla hemos sido testigos de enfrentamientos entre policías y ciudadanos que se lanzaron a protestar por un asunto muy específico. Los resultados son previsibles; heridos, detenidos y un menor cuyo estado es de suma gravedad por haber recibido un presunto disparo con una bala de goma.

De quién es la responsabilidad real en estos hechos vergonzosos, donde los pobladores dicen expresar su inconformidad, en tanto los policías manifiestan cumplir la orden de sus superiores, pues si no proceden a actuar contra los quejosos, son suspendidos o pierden simplemente su trabajo.

Las leyes incongruentes terminan por ahorcarse en sus propios lineamientos. Y es que antes de endurecer o articular leyes bala, se tendría que analizar y trabajar en una profesionalización real de las corporaciones policiacas, para saber manejar situaciones de crisis, sin llegar a la ley del garrote o al uso de balas de goma.

“El silencio más infame, es el cinismo de mentir para callar muchas voces”.

@rubysoriano    rubysoriano@gmail.com   http://mediatikos.worpress.com/

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Ruby Soriano

CEO Mediatikos Consulting. Ganadora Napolitan Victory Award como Mujer Influyente de la Comunicación Política 2019. Consultora y Estratega en Comunicación Política, Gubernamental y Campañas Electorales. Periodista y Analista Política en medios digitales