El ave de las tempestades

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El panista Víctor Cánovas Moreno,  hoy criticado, pero ayer aplaudido por los servicios prestados al PRI, es combatido de manera  feroz por priistas sin memoria. Allá por el año 2002, llegó a Puebla, procedente de su natal Nayarit, para incorporarse al equipo de Melquiades Morales Flores, -fue su compañero de bancada en el Congreso de la Unión-, y trabajar como “mapache” en la integración de los famosos “Círculos Familiares”, que funcionaron como  organismos electoreros.

 Los Círculos Familiares tenían el objetivo de posicionar la imagen de Germán Sierra Sánchez y Rafael Moreno Valle, los consentidos de Melquiades Morales Flores para sucederlo, sin embargo, con más habilidad  que dinero, hay que reconocerlo, Mario Marín Torres rebasó a su ex jefe MMF y ganó la partida a los candidatos del mandatario en turno.

Cánovas Moreno, convertido hasta hoy, en el Ave de las Tempestades, por su doble cara y espíritu traicionero, cuando convenencieramente estuvo al servicio del PRI, lo hizo desde la Secretaría de Gobernación, bajo el mando de Carlos Alberto Julián y Nacer y Carlos Arredondo Contreras.

El también asesor de Héctor Ortiz, ex gobernador panista de Tlaxcala, en Puebla se encargaba de organizar todo tipo de eventos, reuniones, rifas y obsequios en los comités seccionales del PRI, así como en barrios y colonias populares. La finalidad: placear a Germán Sierra Sánchez y Rafael Moreno Valle a quienes MMF quería imponer. La estrategia de Melquiades Morales, fracasó.

Los recursos para financiar las actividades de Círculos Familiares, fluían de manera generosa desde la Secretaría de Finanzas, donde el titular era el actual Gobernador del Estado. Cuentan que las reuniones de evaluación se realizaban en Casa Puebla y las presidía el propio Melquiades Morales Flores.

Finalmente ni Germán, ni Rafael fueron candidatos del PRI. La derrota fue para Melquiades Morales Flores. El ungido fue Marín y aprovechó de manera gratuita toda la promoción que se hizo a través de los Círculos Familiares,  donde el llamado “Gober Precioso” era algo así como el indeseable, pero finalmente gano y hay que decirlo, por buen margen.

Tras la derrota electoral, Víctor Cánovas, sale de Puebla y se refugia en Tlaxcala donde es arropado políticamente por Héctor Ortiz, ex priista, pero gobernando con la cachucha del PAN. Cuando Rafael Moreno Valle es ungido candidato de la alianza, Cánovas regresa a Puebla y se integrado al Instituto Estatal Electoral como consejero, no pudo ser presidente.

Su traición al Instituto Estatal Electoral, pero principalmente a la ciudadanía, provoca su renuncia al IEE. No era para menos, en una reunión política, allá en Huamantla solicitó públicamente el voto y apoyo para Gustavo Madero. Cínicamente siempre negó el hecho, pero finalmente aceptó su felonía.

En fin que Víctor Cánovas, cambiando siempre de piel, ha servido a priistas y panistas. Pero  que importa cuando se trata de  políticos, todo da igual, pues simplemente las ideologías y principios partidistas están perdidos, en el PRI, PAN, PRD, Convergencia, Verde Ecologista, etc., desde hace un buen tiempo.

Quienes conocen la trayectoria de Cánovas, aseguran que el hombre que siempre ha mecido la cuna del nayarita, se llama Melquiades Morales Flores. SALUCITA DE LA BUENA.

fomca_49@yahoo.com.mx     

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