Poco para muchos, todo para pocos

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“Toman todo, todos ponen, toma todo…” Pirinola

Si la población mundial jugara a la pirinola, resultaría que todos ponen y sólo unos pocos toman todo.

Las 85 personas más adineradas del mundo poseen una riqueza igual a la renta de la mitad más pobre de la población mundial, algo así como 3 mil 570 millones de personas.

Esto es, en promedio la riqueza de cada uno de los más grandes magnates de nuestro planeta es igual a lo que ganan 42,000,000 de pobres. Sí, cuarenta y dos millones de personas.

El contador de la UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas), suma más de 7 mil 175 millones de personas (y contando) en el mundo, por lo cual en términos porcentuales, esas 85 personas no son ni siquiera el 1% de la población mundial (algo así como el 1.185 e-8%), pero en términos reales, su poder económico pesa muchos millones de dólares y personas.

El informe que publica la ONG OXFAM “Gobernar para las élites. Secuestro democrático y desigualdad económica” será presentado en el Foro Económico Mundial de Davos. OXFAM pedirá a los líderes mundiales ahí reunidos “tomar medidas urgentes para reducir dicha desigualdad que corroe los sistemas democráticos y beneficia a unos pocos en detrimento de la mayoría”.

Este estudio, parte de datos de diferentes instituciones oficiales e informes internacionales, los cuales apuntalan la realidad de la apabullante concentración de la riqueza en muy pocas manos, reflejada en números duros, una realidad que si bien la imaginamos, no calculábamos su tamaño. Señala que algo está mal en las políticas públicas instrumentadas a nivel mundial, donde las diferencias se ahondan y la riqueza no se comparte, sino que se sigue concentrando en cada vez, menos manos.

Algo está mal, cuando OXFAM señala que sólo en Estados Unidos el 1% más rico de su población acumuló el 95% del crecimiento total posterior a la crisis del 2009.

Está mal que en España los 20 más ricos poseen una fortuna estimada en unos 100 mil millones de dólares, lo que es sinónimo a la “riqueza” de los 10 millones más pobres de españoles.

Europa también está mal cuando la fortuna de los 10 europeos más ricos supera los estímulos que se aplicaron para toda la Unión Europea en el periodo 2008-2010. Ellos son dueños de la friolera de 217 millones de euros vs. los 200 millones de euros que inyectaron a Europa (vale recordar que los millonarios alemanes querían apoyar con más dinero a su país, mientras qué los millonarios franceses prefirieron cambiar de nacionalidad a pagar más).

Aún con estas cifras hay esperanzas. Hace tres años, la iniciativa de Warren Buffett empezó a dar frutos, al menos 40 millonarios de Estados Unidos aceptaron donar la mitad de su fortuna a obras de caridad, incluyendo a Bill Gates, David Rockefeller, Ted Turner y Michael Bloomberg por mencionar algunos.

Buffett es considerado el segundo hombre más rico de Estados Unidos con una fortuna que rebasa los 50 mil millones de dólares y ha logrado que millonarios de otros países se integren a dicha iniciativa. Lo mejor, ya han empezado a donar su fortuna de forma filantrópica en programas los cuales mejorarán el nivel de vida y ofrecen una opción de crecimiento a los más pobres del planeta.

Es momento que el ejemplo de Buffett cunda, pues menos de 40 millonarios de la lista de los más ricos, participan en esta iniciativa.

OXFAM destaca que el Ing. Carlos Slim, dueño de grupo CARSO, podría pagar los salarios anuales de 440 mil mexicanos con los ingresos que genera su riqueza. La buena noticia es que sólo en México grupo CARSO da empleo 300,000 trabajadores y se calcula que en América Latina suman otros 300,000 empleos, si a esto sumamos su labor filantrópica, resulta que es de los pocos millonarios que “comparte su riqueza con su entorno”. De hecho, es de los pocos ejemplos donde da más de lo que gana.

Los 85 magnates deben hacer más, al igual que los gobiernos, pues ofende saber otras cifras de la desigualdad mundial, las cuales señalan que casi la mitad de la riqueza mundial se encuentra en el 1% más rico de la población y la otra mitad se reparte entre el 99% restante, lo cual incluye a diferentes niveles socio económicos.

Todos estos números nos remiten a una realidad, es necesario que las políticas públicas mundiales ayuden a generar más riqueza, pero que la misma sea repartida de manera más equitativa y no se siga concentrando en tan pocas manos. Es necesario cambiar la tendencia que vivimos donde siete de cada 10 personas vivimos en países donde la desigualdad se ha incrementado.

Y no, no estoy en contra de la riqueza (todos queremos mejorar), pero sí es momento en que se gobierne para todos y no sólo para las élites. Es preciso que los gobiernos compartan la responsabilidad con éstos poderes fácticos y los hagan copartícipes de lograr un mundo más justo y equitativo.

La pirinola mundial sigue girando, es momento que si “todos ponemos”, también “todos tomemos” en una medida justa. De otra manera, la desigualdad que vivimos sólo conducirá a un enfado generalizado que ni los 85 más poderosos podrán parar.

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