Sólo los muy íntimos, aquellos que gozan o sufren de la "íntima intimidad", como diría Vargas Saldaña, saben de las reacciones del gobernador la noche del sábado al comprobar que no hay marcha atrás en las decisiones del reparto de diputaciones plurinominales.

Y no es que  Silvia Tanús se quedó en la antesala, menos por que su primo Sergio Moreno Valle German llegue a una curul, se trata de la vuelta de Juan Carlos Mondragón, ese jovencito que ser atrevió a retarlo en sus decisiones siendo Presidente del PAN en Puebla y cuya salida fue forzada desde  Casa Puebla, por resultar "incontrolable" para los deseos del gobernador.

El escenario se modifica aunque Moreno Valle no dejará de tener el control del Congreso, asunto que medio le conforma, pero sólo los íntimos saben de las reacciones que provoca un hecho que se ha salido fuera de control.

Y es que ahora hay dos personas que no controla, una su cuñado, Fernando Manzanilla que sigue apareciendo como diputado plurinominal, un tema que ya es motivo de amargura gubernamental y ahora el otro, Juan Carlos Mondragón.

El escenario se complica, no totalmente, por desgracia para los poblanos, sólo por unas semanas, pero eso basta para que la Navidad y el Fin de Año no sean del todo motivo de felicidad.

Ya el 15 de Enero se pondrá de buenas el gobernador, el Tercer Informe, la presencia de una pléyade de gobernadores y notables del país, el anuncio de obras espectaculares, la Estrella de Puebla funcionando y la entrada del típico "cuarto año de gobierno" con lo que eso conlleva, habrá pasado la mitad del glorioso sexenio donde lo mejor está por venir.

Mientras tanto los momios de las apuestas se mantienen, ¿Manzanilla tomará posesión, llegará Eukid Castañón, su suplente, o el poderoso hombre de la operación y la persecución a funcionarios tampoco tomará posesión y con ello llegará otro dolor de cabeza: Leonor Popócatl?

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