No hay garantías para resguardar o blindar a las entidades o al país de esos sorpresivos y lamentables desastres naturales de los que gobiernos y población, no estamos exentos.
Las imágenes de lo ocurrido principalmente en Acapulco y otros estados del país, sin duda, nos invitan a analizar los mecanismos y la estrategia aplicada por gobiernos y organismos humanitarios, para hacer frente a los desastres naturales y no, que sin duda, ponen a prueba la seguridad de un país.
Hace unos días, el Banco Mundial resaltó la importancia que en México contemos con una figura única, instrumentada justamente para hacer frente a esos desastres o contingencias que golpean a la población.
El llamado FONDEN (Fondo de Desastres Naturales) es efectivamente como el elixir cuando se desatan los males y se golpea a los que menos tienen.
La indefensión, pobreza y muerte quedan expuestas ante la furia de la naturaleza que ni el FONDEN puede resarcir en su totalidad.
No es novedad, que a río revuelto, siempre aparezcan vivales, de esos, que les gusta aprovechar la tragedia para levantar la manita y hacerse de los recursos de esta partida, con el pretexto de sanear los daños en sus respectivas entidades y localidades.
Desastres como el provocado por las tormentas tropicales Ingrid y Manuel en Acapulco, invitan a esa insoslayable reflexión, donde aparecen una y otra vez, las sombras de gobiernos que como en el caso de Acapulco, han permitido un crecimiento desordenado, sin una correcta planeación urbana.
Y es que este ejemplo se aplica para cualquier otra comunidad, donde las corruptelas entre autoridades, constructores y desarrolladores van de la mano, con el firme propósito de la rentabilidad por encima de la seguridad de familias.
Cuántos diezmos se habrán pagado en Acapulco para la construcción de fraccionamientos de clase media baja en zonas no aptas para el uso habitacional, que demostraron su vulnerabilidad con el paso de dos ciclones como los de días pasados.
Situaciones como ésta, las tenemos en todos lados, basta mirar cuántas zonas de riesgo tenemos en Puebla como para preocuparnos por lo que pueda ocurrir.
Lo cierto y lamentable, es que la llamada “rentabilidad” del FONDEN es utilizada en muchos casos, por esos gobiernos que reciben partidas para resarcir desastres, y terminan pellizcando los recursos para otros fines meramente personales e incluso electorales.
@rubysoriano rubysoriano@gmail.com http://mediatikos.worpress.com/
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CEO Mediatikos Consulting. Ganadora Napolitan Victory Award como Mujer Influyente de la Comunicación Política 2019. Consultora y Estratega en Comunicación Política, Gubernamental y Campañas Electorales. Periodista y Analista Política en medios digitales