La comunidad de Chipilo celebró la quema de la Befana, una tradición que refuerza su herencia italiana. La figura, que mide cerca de cuatro metros, está elaborada con cartón, periódico y telas usadas, simbolizando el cierre de un ciclo y el inicio de otro.

El evento estuvo acompañado por el DJ Miguel, quien mezcló música italiana mientras la figura ardía entre fuegos artificiales. Además, los asistentes disfrutaron de la presencia de una Befana caracterizada, quien entregó dulces a los niños que participaron en el recorrido.

La Befana es creada cada año por los habitantes de Chipilo. Su construcción lleva alrededor de tres meses, reflejando el esfuerzo comunitario por mantener vivas las tradiciones que distinguen a esta localidad.

Según la leyenda, la Befana visita a los niños la noche del 5 de enero para dejar dulces a quienes se portaron bien y carbón a quienes no. Como parte del ritual, los pequeños deben preparar una ofrenda que incluye un vaso de vino y una naranja o mandarina para que recupere fuerzas durante su viaje.

La tradición también narra que la Befana ayudó a los Reyes Magos a encontrar el camino hacia Belén. Aunque ellos la invitaron a unirse, ella rechazó la invitación, arrepintiéndose más tarde.

Tras no alcanzarlos, la Befana comenzó a repartir dulces a los niños que encontraba en su camino, con la esperanza de que uno de ellos fuera el Niño Jesús. Este acto ha sido interpretado como un gesto de bondad y generosidad, lo que la ha convertido en una figura icónica en varias comunidades italianas. (EP)