El 25 de noviembre de 1960, la historia de República Dominicana cambió para siempre. Ese día, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, conocidas como “Las Mariposas”, fueron brutalmente asesinadas por agentes del régimen de Rafael Leónidas Trujillo. Su lucha incansable contra la opresión y la violencia las convirtió en símbolos universales de resistencia y justicia.  

Las hermanas Mirabal desafiaron una de las dictaduras más sangrientas de América Latina. Durante el régimen de Trujillo, que gobernó con mano de hierro entre 1930 y 1961, el terror y la represión eran moneda corriente. Sin embargo, las Mirabal decidieron enfrentarlo, aun sabiendo que su lucha podría costarles la vida.  

Minerva, nacida el 12 de marzo de 1926, destacó por su tenacidad y valentía. Desde joven, soñaba con ser abogada, una meta inusual para las mujeres de la época. Su oposición al régimen de Trujillo comenzó al observar las injusticias que este perpetraba. Con el tiempo, lideró junto a su esposo, Manuel Tavárez Justo, el Movimiento Revolucionario 14 de junio (1J4) en República Dominicana.  

Su hermana menor, María Teresa, se unió a esta causa mientras estudiaba en la Universidad de Santo Domingo. Juntas, organizaron reuniones secretas y movilizaciones contra la dictadura. Patria, la mayor, también participó activamente en el movimiento, demostrando que la lucha por la libertad no conocía límites de edad ni género.  

El asesinato de las Mirabal marcó un punto de inflexión en la dictadura. Aunque el régimen intentó encubrir el crimen simulando un accidente, el pueblo dominicano no se dejó engañar. La indignación colectiva creció, y seis meses después, el 30 de mayo de 1961, Trujillo fue asesinado, poniendo fin a su régimen.  

El sacrificio de las hermanas trascendió fronteras. En 1981, durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, se eligió el 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. Posteriormente, en 1999, la ONU oficializó esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.  

Hoy, su legado vive en cada mujer que alza la voz contra la violencia de género y en cada acto de resistencia contra la opresión. La casa donde vivieron en Salcedo es un museo que preserva su memoria, mientras la provincia lleva orgullosamente el nombre Hermanas Mirabal.  (LV)