Usuarios del transporte rural que cubre la ruta Tlatlauquitepec-Calatepec enfrentan un riesgo latente cada que viajan en estas unidades; son camionetas de batea, habilitadas con un toldo en el que las personas se trasladan colgadas de la estructura o incluso acostadas en la lona debido a la alta demanda. 

A decir de vecinos, las camionetas circulan en condiciones precarias, situación que prevalece desde décadas atrás y que consideran debería mejorar pues también son el transporte de turistas locales y extranjeros que visitan Pueblos Mágicos de la Sierra Norte.

Debido a lo anterior, la gente considera el servicio como “un mal necesario”; en un recorrido habitual se puede ver a los pasajeros en la parte superior de la camioneta, sobre la lona que cubre la batea, o incluso en asientos improvisados dentro de la misma con tablas y blocks. 

Los costos del pasaje varían según la distancia del trayecto, oscilan entre 10 y 35 pesos según el destino del pasajero, con tarifas más altas para quienes llegan a la base y precios más bajos para aquellos que descienden antes.

Los habitantes de esta región desconocen si están reguladas, suponen que es así pues parte del trayecto abarca un tramo de la carretera federal Amozoc -Nautla y se desvía a la altura de Pezmatlán para incorporarse a la cartera Tlatlauqui-Mazatepec.

Con información de La Ruleta. (RC)