• Seguridad

Reacondicionan la casa de Mario Marín en Xilotzingo

  • Miguel Ceballos
En el Residencial San Ángel desfilaron plomeros, jardineros y trabajadores de Megacable y Totalplay
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Dos hombres tienden un cable de fibra óptica a mitad de la calle; mientras uno recarga una escalera sobre la barda de una vivienda, el otro lanza el pesado rollo para volarlo por otros cables… Hasta aquí todo pareciera una instalación más de internet y televisión de paga, pero los trabajos se realizan en la casa de Mario Marín, exgobernador de Puebla.

Ubicada en Xilotzingo 73, Residencial San Ángel, en medio de otros fraccionamientos de alta plusvalía al sureste de la capital poblana, la casa del ‘gober precioso’ ha registrado un incremento paulatino de actividad desde el sábado, cuando una jueza ordenó la libertad de Marín a cambio de una fianza de 100 mil pesos, la portación de un brazalete electrónico, la imposibilidad de salir del país y el permanecer en prisión domiciliaria justo en esta vivienda.

Así, de ser una vacía mansión, entre lunes y martes se vieron desfilar desde plomeros, jardineros y electricistas, hasta trabajadores de Megacable y Totalplay para poner preciosa la residencia de Mario Marín.

Pero eso no es todo. Ocasionalmente el descuidado portón de la fachada se abría para que ingresaran o salieron autos particulares, revelando parte del interior de la residencia: un camino de adoquines flanqueado por un extenso y verde jardín y altos pinos en cada lado, mientras que al fondo una especie de fuente blanca corona el corredor.

No pasan desapercibidos los altos postes de luminarias a la orilla del camino, de aquellos que los gobiernos estatales y municipales mandan a colocar en parques y avenidas.

Tampoco faltaron los curiosos, vecinos del lugar que al enterarse de la noticia pasaban con celular en mano para fotografiar y grabar la vivienda, algunos señalaron a e-consulta que les es totalmente indiferente que Mario Marín sea su vecino, mientras que otros esbozaron brevemente que “mejor se lo hubieran llevado a otro lado”, todo en anonimatos y sin posibilidad de registros videográficos.

Hubo otros más que detallaron que la casa de Mario Marín es preciosa, pues en su interior hay alberca, canchas y una mansión de varias habitaciones con todo tipo de comodidades.

La prensa tampoco faltó a la cita. Reporteros, fotógrafos y camarógrafos locales y nacionales también se apersonaron en el lugar en busca de la mejor toma y de confirmar si el exmandatario había llegado o no a su casa, aunque nada como en los tiempos en los que Mario Marín fue el hombre del poder y convocaba a decenas de comunicadores, en esta ocasión tan sólo un puñado de cinco u ocho personas esperaron afuera de la residencia.

Esta casa es propiedad del exgobernador desde que fue presidente municipal de Puebla capital entre 1999 y 2002, luego de adquirir el terreno que en origen fue de la familia Villa Issa.

Se sabe que además de la residencia en Xilotzingo, Mario Marín también tiene propiedades en Epatlán y su municipio de origen: Nativitas Cuautempan, ambos en la Mixteca poblana, además de otra casa en el fraccionamiento más caro de Puebla, La Vista. (CR)

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