En terapia intensiva y con los pulmones infectados por una bacteria se encuentra el pequeño Yahel, de 10 años, quien el 30 de abril acudió a una albercada con motivo del Día del Niño en el Instituto Teniente Josué Azueta de la colonia Segunda Ampliación Miguel Hidalgo, donde se convulsionó y docentes no hicieron nada argumentándole a su madre que “estaba haciendo un berrinche”. Hoy el estudiante de quinto de primaria se debate entre la vida y la muerte.

En entrevista con e-consulta, la señora Pamela señaló que su hijo Yahel ya cumplió nueve días internado y en terapia intensiva en el Hospital de La Margarita del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero sigue sin saber lo que pasó. Aunque el caso ya está en manos de la Fiscalía General del Estado (FGE) no hay avances debido a que los profesores de dicha escuela no han cooperado para esclarecer los hechos.

Pamela señaló que todo ocurrió en este Instituto ubicado en la Prolongación 16 de Septiembre de la colonia Segunda Ampliación Miguel Hidalgo número 12907, justo al sur de la capital poblana, cuando llevó a su hijo de 10 años al convivio por el Día del Niño.

Le informaron que la convivencia sería una albercada y horas después recibió una llamada de la profesora de su hijo, quien le informó que era mejor que pasara por él, pues “estaba haciendo un berrinche” al pedirle que saliera del agua.

Pamela, sin entender qué sucedía, acudió al colegio para ir por su hijo, pero cuando ingresó todo lo colocado para la festividad ya había sido levantado. Al avanzar por los pasillos notó a varios profesores rodeando al menor, quien estaba recostado en el piso y moviéndose de forma extraña.

La joven madre revisó a su pequeño y notó que sus ojos estaban en blanco, se estaba mordiendo la lengua y hacía movimientos que no podía controlar, Pamela les pidió llamar a una ambulancia porque esos no eran comportamientos de un “berrinche”, como le aseguraron.

Cuando la ambulancia arribó al colegio y el menor fue subido a la unidad, paramédicos le preguntaron a la madre qué había pasado, a lo que Pamela respondió lo que le dijeron los profesores: “mi hijo, según ellos, hacía un berrinche”. En ese momento los galenos le confirmaron que en realidad el menor se estaba convulsionando.

“Lo encontré en la escuela, mi hijo estaba en el suelo. Veo sus ojos cerrados, se estaba convulsionando y creyeron que era un berrinche, se estaba mordiendo la lengua. Ellos me informan que la ambulancia venía en camino, le marqué a mi hermano para que me ayudara a sostenerlo y luego a cargarlo para subirlo a la ambulancia (…) El paramédico sólo me dijo que nada era normal y que mejor revisara si había alguna sustancia tóxica en el agua, pero al revisar el colegio ya no había nada. No sabría si era una alberca grande, chica, inflable ni nada, porque levantaron todo”, declaró Pamela para e-consulta.

"Médicos dicen que mi hijo tenía los pulmones llenos de bacterias"

Cuando la ambulancia llegó al sanatorio el menor fue ingresado a Urgencias y tras practicarle los análisis y exámenes correspondientes, uno de los doctores le informó a Pamela que el menor debía ser intubado y sometido a terapia intensiva, pues notaron sus pulmones lastimados, llenos de alguna bacteria que inhaló o tragó.

Esto le sorprendió a Pamela porque Yahel no tiene ninguna enfermedad crónica, mantenía un buen estado de salud y tampoco cuenta con antecedentes clínicos relacionados con problemas en los pulmones, por ello médicos argumentan que la albercada sería la causa.

“Como a mí no me informaron al momento lo que realmente pasó, cuando los médicos me preguntaron no supe qué decirles. Me dijeron que fue un posible ahogamiento, que inhaló alguna sustancia ahí en la escuela. Mi pequeño ingresó muy grave, al punto de casi fallecer, y los doctores optaron por hablarle a los agentes investigadores para que tomarán conocimiento del caso”, mencionó.

A nueve días de que Yahel fuera internado sigue grave de salud. En tanto, Pamela dijo que apenas se comunicó con los agentes investigadores para saber si hay avances, pero aún no porque los profesores no han querido informar lo que pasó.

“Quiero que se aclare todo esto. Mi bebé era un niño sano, alegre, ahora sus pulmones siguen afectados; quiero que se investigue qué pasó porque mi pequeño llegó al punto de fallecer, sigue en riesgo, quiero la verdad, incluso la escuela sigue laborando de forma normal”, exigió Pamela.

La joven madre pidió celeridad en las investigaciones para saber la verdad y qué detonó que su hijo de 10 años terminara en terapia intensiva y al borde de la muerte después de acudir al convivio organizado por la escuela Instituto Teniente Josué Azueta. (MCJ)