En Israel, este jueves cientos de mujeres que se sienten víctimas de una segregación de género, especialmente en el transporte público, protestaron con banderas del país en una zona ultraortodoxa en la periferia de Tel Aviv.

La manifestación fue en la ciudad de Bnei Brak después de que medios locales informaron que varios conductores habían obligado a mujeres a sentarse en el fondo del autobús o incluso les habían negado el pasaje.

"Podemos sentarnos donde queramos, podemos llevar lo que queramos (...), somos libres e iguales a cualquier otro ciudadano de Israel", afirmó Kalanite Kain, escritora.

De acuerdo con un medio local, un conductor de transporte público le dijo a un grupo de adolescentes vestidas con pantalones vaqueros y camisetas de tirantes que se sentaran al final del bus y que se cubrieran.

Esta segregación de género no es nueva en Israel, donde muchos han señalado prácticas religiosas que limitan o incluso prohíben la mezcla de sexos. Activistas aseguran que la discriminación hacia las mujeres ha incrementado en los últimos años.

"No hay democracia, sin igualdad", gritaron mujeres manifestantes.

"Simplemente que algunos grupos religiosos, grupos religiosos ultraortodoxos piensan que las mujeres son el origen de todos los males (...) no significa que debamos aceptarlo", dijo a AFP la abogada Hila Mor Zenhavi (JT).