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Adolescentes crean movimiento contra la censura literaria en EU
La lucha contra la censura literaria en Estados Unidos ha propiciado acciones concretas por parte de Ella Scott y Alyssa Hoy, estudiantes adolescentes que fundaron el “Club de Lectura Prohibida” y han encabezado el movimiento para defender qué y cuándo leer, esto a raíz de la restricción que algunas instituciones educativas implementaron para negar el acceso a ciertos libros en el estado de Texas.
El fenómeno que se ha ido extendiendo al resto del país tiene como finalidad defender el derecho de los jóvenes a elegir que leer, así como promover la formación de una opinión propia, demostrando que tener acceso a la diversidad es fundamental para una sociedad libre.
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La iniciativa de Ella y Alyssa ha motivado a que más de mil estudiantes se reúnan en grupos para luchar contra estas prohibiciones, pues dos adolescentes de Missouri se presentaron en los tribunales del estado para levantar una queja en contra del distrito escolar de Wentzville por eliminar ocho libros considerados como “obscenos”.
Mientras que, en Filadelfia, el activista y poeta Adam Tritt se dio a la tarea de crear la Fundación 451, la cual se dedica a la compra y distribución de libros en espacio públicos; a lo que el activista señala que han logrado repartir entre los niños y jóvenes casi 3 mil libros, teniendo como meta hacerlo en el resto del país.
De acuerdo con datos de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos, se han realizado más de 2,500 prohibiciones de libros en 32 estados durante el ciclo escolar 2021-2022, siendo el estado de Texas uno de los primeros en la lista, al restringir el acceso a 801 publicaciones literaria, seguido por Florida y Pensilvania.
Suzanne Nossel, directora ejecutiva de PEN America, ha reconocido el valor y la importancia que representan los jóvenes en esta lucha, pues, aunque todavía no pueden votar y hacer cambiar las leyes, ya se encuentran luchando para que esto suceda.
Entre los libros que se encuentran censurados y a los que más solicitudes de prohibición se les ha aplicado son aquellos que abordan temas sobre la identidad racial y sexual, siendo estos el 80 por ciento de los textos restringidos, sumando los que contienen personajes de la comunidad LGBTTTIQ+ y no blancos. Uno de ellos es All boy’s aren’t blue (No todos los chicos son azules) de George M. Johnson, quien declaró ante la radio pública NPR que “cada vez que escribes un libro en el que hablas sobre tu verdad, habrá personas que querrán silenciarla”.