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¿Por qué se considera a San Pablo el Santo de los Deportes?
El 29 de junio nos alcanzó y con él dos festividades conmemoradas por la iglesia católica: el día de San Pedro y San Pablo, Apóstoles de Cristo que son considerados como dos pilares en dicha congregación religiosa por haber llevado el nombre de su deidad por todo el mundo conocido. Por el momento centraremos nuestra atención en el segundo debido a que parte de su labor atañe a nuestra sección, pues por todo su historial se le considera también como el “Santo del deporte” y “Patrón de la Educación Física y el Deporte”.
Aunque para muchos es Juan Pablo II el personaje más ligado a las disciplinas deportivas debido a que recibió a figuras emblemáticas, compartió momentos con ellas e incluso es bien conocida su destacada labor como portero en el equipo de Wadowice, en Polonia, esta es una historia que merece contarse aparte por ser mucho más reciente que la de San Pablo o también llamado Pablo de Tarso, quien dejó evidenciado su espíritu deportivo en algunos de sus textos donde aludió a él.
Sabemos, por ejemplo, que de San Pablo se conocen 14 epístolas que fueron de buen recibimiento y admiración por parte de judíos y gentiles, además de que ningún discípulo de Jesucristo escribió más que él.
El origen del gusto
La historia de Pablo inicia con su nacimiento entre el año 5 y 10 d.C. en Tarso de Cicilia, según recogió Teodorido Baillarin, sitio con gran importancia debido a que se trató de un centro que congregó el comercio y la cultura. Además, al ser perteneciente a la tribu de Saúl (primer rey de Israel), su educación debió ser tradicional conforme a los hebreos de la diáspora, aunado a las enseñanzas helénicas que le dejaron como legado el aprendizaje del griego.
Los biógrafos de su vida dejan latente la posibilidad de haberse vinculado con la escuela griega, lo que supone también el acercamiento a los ejercicios gimnásticos y atléticos que le pudieron haber dejado una familiarización con el espíritu y lenguaje agonístico (referente a una conducta agresiva-de oposición como es la competencia y el enfrentamiento con el otro) presente en algunos de sus escritos.
Al ser oriundo de Tarso, muy probablemente su infancia se vio impregnada por las historias de la ejercitación griega, para posteriormente tener una relación más directa con esto en su adultez, al entrar en contacto con los juegos celebrados en Cesarea, sitio engalanado por su teatro, anfiteatro y su estadio, así como los Juegos Ístmicos, competición panhelénica celebrada en Corinto en honor a Poseidón.
Si bien no existe certeza ni mucho menos evidencia de que Pablo asistió como espectador a dichas competencias griegas, sí hay registro de que estuvo presente en Corintios durante los primeros meses del año 50 o 51, donde compareció ante Galión (Procónsul de Acaya), según recoge Diessmann, lo que intensifica la probabilidad de contacto con el ambiente atlético-helénico.
Los cuatro caminos del ambiente atlético
Existen cuatro razones propuestas por Peter David Chioflalo en donde se enumera el por qué sí debió existir una relación entre San Pablo y la atmósfera deportiva, las cuales tiene que ver con sus actividades diarias, la oportunidad de predicar más allá, el gusto por impregnarse de escenarios y el lenguaje expuesto en sus obras.
- Del oficio de San Pablo
La labor de Pablo era la de un manufacturero de tiendas. Al desenvolverse como artesano pudo haber puesto por delante los motivos comerciales para acudir a vender sus carpas a las y los visitantes que se daban cita para acudir al festival agnóstico (fiesta con duración de cinco días), principalmente para quienes no tenían la posibilidad de buscar alojamiento en las hospederías de Corintio.
En este tipo de eventos de corte comercial conoció a colegas como Aquilas y Priscila, con quienes “se quedó a trabajar y vivir”, según se recoge en Hech 18, 2-3.
- Oportunidad de ser escuchado
Otra de las razones que ponen a Pablo como espectador o asistente de los juegos ístmicos fue haber visto la oportunidad de hablar ante una congregación tan grande que solo podía ser posible gracias a este tipo de eventos. Chiofalo cita descripciones de Dio Chrysostom sobre estos juegos, en donde se expone que esta práctica de oportunismo era una de las más comunes empleadas por distintos oradores para dar a conocer sus pensamientos.
- Conocer las costumbres
El tercer lugar de razones que conducen a su posible asistencia a los juegos lo ocupa su gusto por relacionarse y conocer el ambiente cultural de cada sitio en donde se encontraba, esto con la finalidad de impregnarse de dicho entorno y luego presentar el Evangelio.
- Uso de metáforas atléticas
Finalmente, el último punto expuesto es el más explícito en cuanto a su supuesta vinculación con los juegos, pues recurrentemente empleó metáforas atléticas para vestir sus escritos, lo cuales mostramos a continuación, en los cuales evidenció conocimiento por el agonismo helénico y por la intensa disciplina dentro del entrenamiento de un atleta.
Aunado a esto, su conocimiento no se quedó en la disciplina del entrenamiento, sino en el objetivo de éste, a lo que hay que agregar su gran conocimiento por las reglas del juego y –al ser un artesano– su entendimiento por la forma en que se elaboraban las coronas.
- 1 Ejemplos
“¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis!
Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.
Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío,
sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado.”
(1 Cor 24-27)
***
“Los ejercicios corporales sirven para poco; en cambio la piedad es provechosa para todo, pues tiene la promesa de la vida, de la presente y de la futura.”
(1 Tim 4, 7 s)
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“Subí movido por una revelación y les expuse el Evangelio que proclamo entre los gentiles - tomando aparte a los notables - para saber si corría o había corrido en vano.”
(Gal 2,2)
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“Comenzasteis bien vuestra carrera, ¿quién os puso obstáculo para no seguir a la verdad?”
(Gal 5, 7)
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"Presentándole la Palabra de vida para orgullo mío en el Día de Cristo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano.”
(Filp 2, 16)
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“Por tanto, también nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone,
fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe, el cual, en lugar del gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia y = está sentado a la diestra = del trono de Dios.
Fijaos en aquel que soportó tal contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcáis faltos de ánimo.
No habéis resistido todavía hasta llegar a la sangre en vuestra lucha contra el pecado.
(Heb 12, 1-4)
Patrono de la Educación Física y el Deporte
Finalmente, cabe agregar aquí que San Pablo fue elegido por la Archidiócesis de Madrid-Alcalá como como Patrón del Colegio Oficial de Profesores de Educación Física de España, nombramiento que ostenta desde el pasado 25 de enero de 1974 ante una petición que data de 1950 por buscar un patrón para poner bajo su patrocinio al dicho colegio.
El nombre de San Pablo apareció como propuesta en 1972 y por alternativa de Miguel Ángel Rodríguez Huerta, quien lo propuso consciente de toda la labor antes mencionada de este personaje.
Con información del Arzobispado de Madrid-Alcalá, Catholic.Net y el Diario de Misiones.
Foto: Especial