Las 17 jornadas del torneo Clausura 2022 en la Liga MX llegaron a su fin y con ello también culminará la incertidumbre que azotó a la afición camotera en la recta final del camino. El Club Puebla perdió su lugar entre los cuatro primero equipos de la tabla general y con ello soltó el pase directo a Liguilla que pagó en pequeños abonos durante el torneo, pero que –finalmente– le fue arrebatado por Atlas al conseguir un empate y dejar puesta una cruzada que no le benefició a los blanquiazules.

Con Pachuca como líder (38 puntos), Tigres sublíder (33 puntos) y los “Zorros” en el tercer sitio (27 puntos), todo apuntó a que Puebla, al quedarse con solo 26 aciertos, bajara de posición debido a que los equipos "de abajo" también disputaron sus partidos, algunos de ellos con igual suma de puntos que la Franja y otros más a quienes con un empate les bastaba, como es el caso de América (26 puntos).

Claro está que la culpa no fue del todo externa. El equipo camotero dependía de sí mismo para calificar a su cuarta Liguilla de forma consecutiva en la última jornada. Sin embargo, la derrota de 2-1 ante Mazatlán les dejó enteramente vulnerables debido a que se quedaron con las 26 unidades sumadas hasta el pasado 16 de abril cuando derrotaron a León a domicilio.

Picada tremenda

El declive del Puebla inició en la jornada 10 cuando el Atlético San Luis les quitó el invicto en el Alfonso Lastras. Después, en la fecha 11, Puebla dejó ir la victoria ante Santos en el Estadio Cuauhtémoc, resignándose con el empate a pesar de que ganaban cómodamente por marcador de 2-0.

El segundo descalabro llegó ante Toluca (J12) al caer por marcador de 2-1, para luego repetir la tragedia en casa y perder la ventaja de 2-0 ante Pumas, con quienes igualaron 2-2, nuevamente un empate con sabor a victoria. El último respiro llegó ante León con la victoria por la mínima (J14), pero las tres derrotas consecutivas ante Pachuca, Necaxa y Mazatlán les dejaron sin opciones en las últimas tres jornadas.

La sonrisa simplemente desapareció de unos “Larcaboys” que ahora se preocupan más por no perder que por buscar la victoria, una que pueda regresarle el espíritu combativo a un equipo que tenía cautivado a propios y extraños hasta hace menos de un mes.

El repechaje, para fortuna, se jugaría en el Cuauhtémoc y Puebla tiene bastante experiencia en ese terreno, ya que desde que se implementó la “repesca” como formato de clasificación, el equipo camotero nunca se ha visto rebasado en ese partido único.

Las dos veces en que la disputó fue con un distinto entrenador. Primero dejó a Monterrey en el camino en un encuentro que se definió con una cardiaca serie de penales, bajo el mando de Juan Reynoso. La segunda, curiosamente, también se tuvo que definir desde los once metros ya bajo el mando de Nicolás Larcamón, fecha en la que dejaron fuera a las Chivas en una tanda de penales que merece la pena revivirse.

Foto: Agencia Enfoque