El 17 de diciembre de cada año se conmemora el “Día internacional para poner fin a la violencia contra las trabajadoras sexuales”, ya que muchas veces sus derechos son violentados, de tal manera que el propósito de este día es acabar con los abusos y maltratos de los que son víctimas.

El origen de este día se remonta a los hechos ocurridos en la ciudad de Seattle en los Estados Unidos, donde un hombre salió a las calles con el propósito de matar a todas las prostitutas que pudiera:

Su meta era “matar al mayor número posible, con la finalidad de limpiar las calles”, confesó el hombre, luego de que matara a más de 49 sexoservidoras.

El hombre fue apodado como “el asesino de Green River” y en memoria de las víctimas, desde el 2003 se eligió esta fecha para recordar la violencia que sufren las mujeres que ejercen la prostitución.

Además de recordar a las víctimas de aquel día fatídico, se busca sensibilizar a la población mundial sobre el estigma que se ha impuesto sobre las mujeres que se dedican a un oficio o profesión que ha sido practicada desde tiempos remotos.

De esta forma, diferentes organizaciones se valen de este día para exigir que los derechos de las trabajadoras sexuales sean garantizados por las instituciones gubernamentales de su país, bajo el derecho de que “todo ser humano debe de vivir bien, de sentirse seguro, de ser respetado y de gozar de un entorno tolerante”.