Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara que este sábado 16 de octubre firmará un decreto para regularizar los llamados “autos chocolate”, comprados en Estados Unidos, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA)rechazó la medida.

La legalización “representará un premio para las mafias que se enriquecen con el contrabando” de este tipo de unidades y será un golpe al comercio automotor formal que genera empleo e impuestos”, consideró la AMDA.

De acuerdo con un comunicado de la asociación , los efectos negativos no sólo se sentirán en los siete estados fronterizos sino a todo el país, en una industria que aún enfrenta las repercusiones por la pandemia del Covid-19 y la crisis de los semiconductores.

La AMDA informó que desde el 29 de junio solicitó al presidente una audiencia para explicarle las repercusiones de su propuesta.

Desde ese fecha, durante julio y agosto, la importación legal de vehículos usados aumentó 69.8, y de unidades adicionales,  84.9%,  mientras que la internación ilegal aumentó en igual o mayor porcentaje ante la expectativa  de regularizarse.

Resultado de esto es que el fenómeno de los vehículos ilegales no disminuyó sino que ahora es más evidente que nunca ver que unidades circulen  en toda la frontera ante la omisión de las autoridades, incluso vehículos del segmento de lujo y deportivos que nada tienen que ver con la justificación social de  organizaciones que están a favor de la regularización por apenas una cuota y sin pagar los impuestos correspondientes.

La AMDA auguró que la legalización que se viene provocará una baja de hasta 20% en el valor de las unidades del mismo año y modelo  que los importados, debido a la sobreoferta que se generará, ya que el propietario, al ver que su unidad usada cuesta menos, decidirá posponer su venta o retardar su renovación, afectando aún más la cadena de comercialización de cambio de usado a seminuevo o de seminuevo por uno nuevo.