El ex director de Pemex, Emilio Lozoya  compró un astillero que estaba en proceso de quiebra en España y que hoy registra pérdidas por 50 millones de euros, informó Octavio Romero, director de Pemex.

La relación con el astillero J. Barreras surgió en el gobierno de Felipe Calderón, cuando el fallecido Juan Camilo Mouriño impulsó  negocios con sus paisanos españoles y amigos de su familia, según una nota del periódico Reforma .

La transacción registró tantas irregularidades que Pemex  presentó una denuncia ante la FGR por el delito de administración fraudulenta.

Lozoya propuso que Pemex Comercio Internacional (PMI) comprara las acciones del astillero español “Hijos de J. Barreras”, en 2013 y al año siguiente  PMI pidió la construcción de una Unidad Habitacional Flotante (flotel) que costó 145 millones de euros.

El flotel actualmente está subutilizado y sin poderse vender porque se compró a precios inflados.

El astillero enfrenta una crisis financiera y Pemex –con el 51% de acciones–, busca negociar su venta.